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Operación de rescate en varios edificios derrumbados en Diyarbakir (Turquía), el pasado lunesGTRES

Turquía emite más de 100 órdenes de detención contra constructores de edificios derrumbados

La Fiscalía cree que la falta de controles y la corrupción magnificaron las consecuencias de los terremotos

La Fiscalía turca se pone en marcha para depurar responsabilidades por el derrumbe de cientos de edificios deficitarios durante los terremotos del pasado lunes.

El Ministerio público ha dictado más de 110 órdenes de detención contra investigados por posibles negligencias en la edificación de los inmuebles, entre ellos constructores.

Las resoluciones, comunicadas por el vicepresidente turco, Fuat Oktay, indagan en posibles incumplimientos de la normativa de edificación vigente, bien sea a efectos de ganar espacio o de ahorrar costes. Con al menos 6.000 edificios colapsados y más de 24.600 muertos, cada vez son más los que tienen claro que la tragedia podría haberse mitigado si se hubieran aplicado criterios de construcción más estrictos.

Según los medios locales, la policía turca ya detuvo el sábado a al menos 14 personas tras el derrumbe de bloques en las provincias de Gaziantep y Sanliurfa. Un día antes, los agentes arrestaron en un aeropuerto de Estambul al constructor de un exclusivo edificio residencial que se vino abajo con más de cien personas dentro en la provincia de Hatay.

Según fuentes policiales, el detenido se disponía a coger un avión de huida a Montenegro y era responsable del Renaissance Residence, uno de los edificios más exclusivos de Antioquia, la capital de Hatay. El bloque se construyó en 2013 y se publicitó con anuncios que definían sus apartamentos como «una imagen del paraíso», además de asegurarse que se había levantado siguiendo los más estrictos criterios de calidad y seguridad.

Ante este intento de huida, el Ministerio de Justicia señaló que era crucial reunir pruebas e imponer medidas cautelares a los sospechosos para evitar que puedan darse a la fuga.

Por otra parte, en otra investigación los fiscales han ordenado detener a 33 personas en Diyarbakir por negligencia al eliminar pilares para ganar espacio en viviendas, lo que afectó a su resistencia estructural.

Corrupción y falta de controles

Estas detenciones suponen los primeros pasos del Estado para depurar responsabilidades en un momento en el que arrecian las críticas por la baja calidad de las viviendas, algo que no pocos atribuyen a la corrupción y a los escasos controles.

Aunque Turquía cuenta con una normativa sobre resistencia sísmica en la construcción, rara vez se aplica (ni siquiera en las viviendas más recientes y que deberían haber soportado mejor los temblores).

Además, bajo los gobiernos de Recep Tayyip Erdogan se aplicaron varias amnistías a los edificios que habían incumplido la normativa –incluida la resistencia sísmica– y se legalizó su situación a cambio de una multa económica. Unas prácticas que ahora le estallan en la cara al presidente turco.

Además, son muchos los ciudadanos que también se preguntan si el gobierno de Erdogan podría haber hecho más para salvar vidas. Con unas elecciones presidenciales en mayo, todo apunta a que la gestión del desastre y las explicaciones sobre lo sucedido podrían pasarle factura en las urnas.