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Operación de corazónPxhere

Investigan en Rumanía a una red de médicos que usaba implantes cardiacos extraídos de cadáveres

Cinco facultativos supuestamente implicados están acusados también de haber aceptado sobornos de pacientes por sus servicios

La Fiscalía de Rumanía investiga una red de médicos sospechosos de haber extraído implantes cardíacos a personas fallecidas para colocárselos a pacientes vivos, facturándolos al Seguro Nacional de Salud.

La Policía rumana anunció el pasado domingo que se ejecutarán nueve órdenes de detención contra varias personas investigadas. Este reciente descubrimiento ha conmocionado a la opinión pública del país, ya que un sospechoso ya ha sido detenido.

Según el medio G4media.ro, los fiscales acusan a varios médicos de haber vendido a pacientes estents, desfibriladores y marcapasos a un precio más económico. Aun así por cada venta habrían recaudado entre 2.000 y 3.000 euros.

Hasta el momento, según la fuente del medio de comunicación, se ha identificado a 170 pacientes operados con dispositivos médicos de personas fallecidas.

El escándalo se desató el pasado viernes después de que la Fiscalía confirmara que había interrogado a varias personas y ordenado registros por uso fraudulento de implantes extraídos de cadáveres, muchas veces en pacientes que no los necesitaban. La investigación versa sobre los delitos de abuso de autoridad, cohecho, falsificación intelectual y estafa.

El sábado medios nacionales informaron que Dan Tesloianu, cardiólogo del hospital de la localidad de Iasi, fue enviado a prisión preventiva por ser presuntamente uno de los facultativos que habrían dirigido la red.

Los fiscales lo acusan de ejercer sus funciones de forma intencionada y defectuosa al implantar, entre 2017 y agosto de 2022, 238 dispositivos ignorando el riesgo de provocar a los pacientes graves problemas médicos o la muerte.

Según los investigadores, a algunos de pacientes estafados se les diagnosticó deliberadamente enfermedades que no tenían e incluso se les administró fármacos para que su organismo se debilitara y acabaran necesitando el dispositivo.

Además, cinco médicos supuestamente implicados están acusados también de haber aceptado sobornos de pacientes por sus servicios.