Los veterinarios piden al Senado cambios en la ley de bienestar animal
Exigen que se corrijan las «carencias y disfunciones del texto» y que eviten las esterilizaciones sistemáticas, entre otras medidas
Los veterinarios se niegan a esconder su voz ante la nueva ley de bienestar animal. Ya se quejaron de que no se había contado con sus opiniones de expertos para llevar a cabo la norma. Ahora, ante su debate en el Senado, la la Organización Colegial Veterinaria (OCV) ha enviado una serie de propuestas a la Cámara Alta.
En ella se pide a los senadores que modifiquen la ley de aprobada en el Congreso de los Diputados de modo que corrijan las «carencias y disfunciones del texto» y que, entre otras medidas, eviten las esterilizaciones sistemáticas, promuevan la eliminación de las colonias felinas y eviten la marginación del colectivo veterinario.
En un documento de nueve páginas, la OCV insta así a los grupos parlamentarios que acometan una última revisión normativa de los aspectos que están «mal planteados».
Por ejemplo, el colectivo profesional considera que hay una presencia insuficiente de los veterinarios en los órganos de representación y asesoramiento que crea la nueva ley, en la vigilancia del bienestar y la detección del maltrato y que también faltan veterinarios de las administraciones municipales para controlar los nuevos núcleos zoológicos.
Además, critican que la norma no define el perfil de quien deberá impartir la formación de tenencia responsable de animales de compañía, dado que no menciona a los veterinarios.
Asimismo, advierten de que la nueva ley señale que la eutanasia solo estará justificada bajo criterio y control veterinario y, solo en el caso de que el objetivo sea evitar el sufrimiento por causas no recuperables que comprometa seriamente la calidad de vida del animal, según deberá acreditar y certificar un profesional veterinario.
A juicio de la OCV, ese tenor literal no tiene en cuenta las circunstancias económicas del dueño, que en caso de no poder afrontar ciertos tratamientos va a provocar un notable sufrimiento al animal, incluso aplicando medios paliativos.
Por otro lado, valoran que la ley debería obligar a la identificación de todos los animales permitidos para la tenencia, venta y comercialización como animales de compañía, por ser el procedimiento más efectivo para combatir el abandono, y por ello habrían de reforzarse los controles y sanciones en este sentido.
En materia económica, para los veterinarios cualquier aplicación de una ley que no lleve aparejado el gasto «dificulta sobremanera su aplicación», por lo que la ley deberá considerar el sobrecoste de lo que supone una protección efectiva de los animales y una profesionalización del sector.
Al mismo tiempo, la OCV alerta de que la esterilización sistemática de animales de compañía, derivará en una pérdida de variedad genética, igual que la cría en exclusiva por personas autorizadas.
Otro de los aspectos que instan al Senado a reformar son las colonias felinas, dado que los veterinarios consideran «imprescindible» apostar por la reducción y desaparición progresiva, y no por su mantenimiento. Para la OCV la calle no debe ser el hogar de ningún animal doméstico por los peligros para su propia supervivencia que la vida callejera representa.