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Una mujer sujeta una pancarta de 'Mismos perros misma ley' en una concentración bajo el lema ‘No a la caza’Europa Press

Medio millón de personas pide al Senado que incluya a los perros de caza en la ley de bienestar animal

Las asociaciones aprovechan el paso del texto por la Cámara Alta para presionar y que se incluyan sus propuestas

La ley de bienestar animal sigue dando que hablar y condicionando el tablero político. El texto ha pasado ya al Senado, donde se espera que sufra modificaciones debido a las más de 400 enmiendas que ha recibido de los diferentes partidos políticos que tienen representación en la cámara.

Por ello, las asociaciones presionan para que se incorporen sus exigencias en la norma. Una de ellas es precisamente que se incluyan los perros de caza, una de las principales diferencias entre PSOE y Podemos que retrasó meses la aprobación del texto en el Congreso de los Diputados.

Ahora, más de 526.000 personas han firmado una petición en la plataforma Change.org en la que piden al Senado que corrija la ley de bienestar animal para incluir a todos los perros, incluidos los de caza y pastoreo; exigir la prohibición de los espectáculos con cetáceos o la prohibición de las granjas peleteras y los circos con toda especie animal.

La petición online, dirigida a los grupos parlamentarios de la Cámara Alta, está alineada con las propuestas de Fundación Franz Weber planteadas al proyecto de ley y han sido suscritas a través de distintas enmiendas por Esquerra, Junts, Més per Mallorca, Más País o Compromís.

En concreto, piden prohibir el uso de cualquier animal, no solo silvestres, en espectáculos de circo, suprimir cualquier aval a realizar exhibiciones con delfines y plantear un cierre ordenado de las granjas peleteras al tiempo que calculan que con una veintena de senadores sería posible sacar adelante el proyecto de Ley a través de las distintas enmiendas.

La fundación Franz Weber denuncia que la prohibición de espectáculos en delfinarios o la prohibición de las granjas peleteras estaban incluidos en el primer borrador de la ley pero después desparecieron del texto para convertirse ahora en un aval a esta actividad, «carente de cualquier sentido pedagógico y conservacionista».