Alemania estudia prohibir anuncios de alimentos poco saludables dirigidos a niños
Estos productos tampoco podrán anunciarse en marquesinas situadas a menos de cien metros de los colegios, guarderías y parques infantiles
El ministro de Alimentación y Agricultura de Alemania, Cem Özdemir, anunció el pasado lunes un plan para prohibir la publicidad de alimentos dirigidos a niños con alto contenido en azúcar, grasas o sal, así como su colocación en las inmediaciones de centros educativos.
El ministro destacó en una comparecencia que su finalidad es proteger a los menores de 14 años frente a las «bombas de azúcar» y que el proyecto de ley no contempla «prohibir ningún alimento».
Özdemir argumentó que según diversos estudios los niños alemanes ven de media al día 15 anuncios de productos con un alto contenido en azúcar, grasa o sal cada día y que más del 90 % de la publicidad que este grupo consume en internet o en la televisión promociona comida rápida, snacks y chucherías.
Además, según datos de su Ministerio, un 15 % de los niños y adolescentes alemanes de entre 3 y 17 años de edad presentan sobrepeso y un 6 % es obeso, agregó.
Por ello, su proyecto, que todavía debe ser aprobado por el Gobierno de coalición de socialdemócratas, verdes y liberales, contempla la prohibición total de todos los anuncios de productos alimenticios insanos en televisión entre las 6 y las 23 horas, según informa Efe.
Quedarían igualmente vetados, independientemente de la hora y del canal de difusión, todos los anuncios que promocionan estos productos y que estén dirigidos a un público infantil, por ejemplo a través del uso de actores infantiles o de figuras de cómic, así como la promoción realizada por «influencers» en redes sociales.
Además, los productos «insanos» –en base a los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS)– tampoco podrán anunciarse en marquesinas situadas a menos de cien metros de los colegios, guarderías, parques infantiles u otras instalaciones frecuentadas por niños.
Varias organizaciones del ámbito de la sanidad y de la alimentación alabaron la propuesta de Özdemir.
En cambio, llegaron críticas desde las filas de la oposición democristiana, que acusaron al ministro de pretender colocar a los ciudadanos «bajo tutela del Estado» en lo referente a su alimentación.