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Premios Proyección de España de El DebateJorge Ruiz

Premios Proyección de España

Caravaggio, Tamames y las urnas

Los tres premiados son la refutación exacta de la falta de autoestima de nuestro país

Hay un cuadro de Martín Johnson Heade en el Thyssen que el barón prestó para una reunión de Reagan y Gorbachov, cuando medio mundo todavía se hablaba con el otro medio. Ayer esa obra del luminista americano colgaba muy cerca de la sala donde El Debate entregó sus primeros Premios Proyección de España, un foro para debatir cuando solo hay ruido y enfrentamiento. Era un Museo el anfitrión, pero bien podría haber sido una tribuna parlamentaria a la luz de los asistentes: Alberto Núñez-Feijóo sentado bien cerca de Isabel Díaz Ayuso, que a su vez tenía próxima a su mitad rival mitad socia en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, que se sentaba en la misma mesa de Íñigo Méndez de Vigo, exministro de Rajoy que en su día compartió Consejo de Ministros con otras tres políticas presentes, Ana Pastor, María Dolores de Cospedal o Isabel García Tejerina, ellas también acomodadas a pocos metros de Iván Espinosa de los Monteros, portavoz de Vox, y de Esperanza Aguirre, la expresidenta madrileña que admiró la pinacoteca desde una silla de ruedas adonde la ha conducido una inoportuna caída en las escaleras de su casa.

Un nombre iba de boca en boca de los presentes: Ramón Tamames, el candidato a presidente del Gobierno que encabezará la moción de censura de Vox a Pedro Sánchez, controvertida decisión que defendía a brazo partido durante la cena Monasterio, objetivo de la curiosidad de los presentes ante el acontecimiento parlamentario que estamos próximos a presenciar y que, según la dirigente de Vox, servirá para poner frente a un espejo al peor gobierno de la democracia pero que algunos se malician que busca retratar al líder gallego del PP, que no estará presente en el hemiciclo.

En la cena de El Debate también estaba Adolfo Suárez Illana, que se perderá la moción de Tamames –un encendido defensor de la transición que pilotó su padre– al haber abandonado el acta de diputado cuando menos se parece el parlamentarismo y la propia España a la que construyó el primer presidente de la democracia, o la que vivió Isabel Tocino, otra de las invitadas o la que defiende Mariano Gomá, presidente del Foro España Cívica, anoche presente como Marcelino Oreja, Juan Van-Halen, Emilio Contreras o Javier Rupérez, víctima del terrorismo que compartió velada con Maite Pagazaurtundúa y con Maite Araluce, presidenta de la AVT.

Los tres premiados, el Real Madrid, con 121 años de historia, el corresponsal de The Times, Isambard Wikinson, y José Luis López-Linares, autor del espléndido documental España, la primera globalización, un documentadísimo alegato contra la leyenda negra, son la refutación exacta de la falta de autoestima de nuestro país. El presidente del club blanco, Florentino Pérez, sorteó las turbulentas aguas que discurren por el fútbol de élite en España, para reivindicar los valores como el trabajo y el sacrificio, anatemas para parte de la clase dirigente española, contra la que la presidenta madrileña animó a combatir, ya que dinamitan, dividen y contaminan a España.

El arte reconcilió a todos los invitados de El Debate con la historia de éxitos que es España. Y en año electoral, nada como disfrutar de un Caravaggio o de un Luca Giordano para constatar que esta política pequeña a la que interpelaba un acto grande como el de ayer algún día también pasará, como en el libro de Mireia Busquets. Será cuando Tamames vuelva de su corazón a sus asuntos y a sus libros y las urnas, por fin, hablen.