Esta es la razón por la que los supermercados no tienen ventanas

Ir al supermercado es prácticamente una rutina diaria o semanal para la mayoría de los españoles. Todos acudimos a estos establecimientos cada cierto tiempo para comprar aquellos alimentos y productos que necesitamos en nuestro día a días. Sin embargo, es muy posible que muchos no se hayan dado cuenta de un aspecto muy destacable de este tipo de tiendas: no tienen ventanas.

¿Y por qué esta ausencia? ¿Tienen los supermercados algo en contra de que sus clientes vean el mundo exterior mientras compran?

Lo cierto es que existen varios motivos por los que estos establecimientos no cuentan con ellas, siendo el principal eliminar factores externos que puedan distraer a los clientes y provocar que se vayan más rápido en un intento de mantenerles en el interior de la tienda durante más tiempo. Al igual que ocurre con los casinos, en el caso de que hubiera ventanas los clientes podrían saber, por las variaciones de luz en los cristales, cuánto tiempo llevan en el interior o si se les está haciendo demasiado tarde.

No obstante, esta no es la única razón de la ausencia de ventanas en los supermercados.

Preservación de los alimentos

El motivo principal, o el que los supermercados alegan como tal, es que la luz natural puede perjudicar la salud de ciertos alimentos.

La gran mayoría de los productos que se colocan en las distintas estanterías de estos establecimientos necesitan conservarse el máximo tiempo posible para que puedan ser comprados y así no se tengan que desechar y se pierda dinero.

De hecho, las paredes de los supermercados están diseñadas específicamente para aislar y conservar los alimentos de la manera óptima en un lugar «fresco y seco», como rezan la mayoría de etiquetas.

Las ventanas podrían hacer efecto invernadero o efecto lupa y perjudicar esas condiciones óptimas para la preservación de los alimentos.