Los cuidados paliativos, una pieza fundamental: «No deberían considerarse un privilegio»
La ley de la eutanasia, aprobada en 2021, se cobra una vida cada 24 horas
En menos de tres meses –25 de junio– hará dos años que se aprobó la ley de la eutanasia. Una norma que además de «ayudar a morir», como detalló la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha creado un registro de objetores de conciencia para señalar a todos los facultativos que no quieran matar a sus pacientes y ha desbancado a los cuidados paliativos.
Todos los seres vivos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, según detalla el artículo 15 de la Constitución, en ningún caso puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes.
Aunque el Gobierno de Pedro Sánchez quiera ocultar esta atención especializada, que ofrece al paciente la mejor atención hasta el final de sus días, y obvie la opinión de todos los profesionales, los cuidados paliativos llevan 30 años ensanchando la vida de todos aquellos que buscan el «buen morir» porque en esta unidad «hay médicos maravillosos».
Los cuidados paliativos «no deberían considerarse un privilegio». Juan José García, médico anestesista y exsecretario general del Colegio Oficial de Médicos, asegura que los facultativos siempre han apostado por que los gobiernos promulgaran una ley general de cuidados paliativos como pieza fundamental para cuidar un paciente, pero en lugar de promulgarla, dieron luz verde a una norma que acaba con la vida de las personas.
Esta especialidad médica es un asunto que no interesa, ya que a partir del 21 de marzo de 2021 con la Ley Orgánica Reguladora de la Eutanasia el Ejecutivo se abandonó a más de 77.000 personas, según datos del Atlas de Cuidados Paliativos de Europa de 2019, que querían recurrir a ellos.
El doctor Manuel González Barón, director de la cátedra de Oncología Médica y Medicina Paliativa de la Universidad Autónoma de Madrid, explicó en 2021 que hay quienes asemejan la eutanasia y el suicidio asistido a los cuidados paliativos. Sin ir más lejos, para el Gobierno estas prácticas de suicidio asistido alivian a los enfermos, algo que el médico considera «un sofisma» y «una farsa».
Esta controvertida norma se cobra la vida de una persona cada 24 horas, según los últimos datos proporcionados por el Ministerio de Sanidad. Carolina Darias comunicó «orgullosa» el pasado mes de octubre que su proyecto legislativo se había cobrado 180 vidas hasta el primer trimestre del 2022, cifras que, si hubiese implementado una ley de cuidados paliativos seria y comprometida con la vida de las personas, no se hubieran producido.