Los vientres de alquiler en el mundo: ¿En qué países están permitidos y en cuáles no?

Prohibido en muchos países –entre ellos España y la mayor parte de la Unión Europea–, limitado en otros y permitido en una minoría que abre las puertas a que las personas con anhelos de paternidad acudan a ellos para comprar un bebé a gestantes 'arrendadas'. Este es el resumen de la situación de los vientres de alquiler en el mundo, un asunto que vuelve al primer plano de actualidad a raíz del ‘caso Obregón’. A continuación, un repaso general a su regulación internacional.

Permitido

Estados Unidos. El destino elegido por la actriz para consumar su deseo de volver a ser madre es un ejemplo, a pequeña escala, de la diferencia a la que está sujeta este proceso a nivel mundial. Mientras que algunos estados lo acotan o prohíben (llegando incluso a ser considerado delito penal), otros, como Florida –donde ha acudido Obregón–, California, Arkansas, Delaware, New Hampshire, Nevada o Illinois lo admiten tanto para parejas heterosexuales, como homosexuales o solteros.

Las agencias especializadas allí son, sin embargo, caras (a partir de 120.000 euros, según la empresa Gestlife), razón por la que las personas con menos ingresos suelen recurrir a otros países en los que el proceso tiene, por contra, menores garantías jurídicas y sanitarias, tales como México (donde está permitido en los estados de Tabasco y Sinaloa), Ucrania –al menos hasta el inicio de la guerra, según recoge Efe–, Georgia o Vietnam.

Limitado

Canadá. Aunque es uno de los destinos mejor valorados para esta práctica, su legislación no permite pagos a las gestantes, lo que dificulta encontrar mujeres dispuestas a serlo.

Rusia. En diciembre de 2022, la Duma aprobó una ley que prohíbe el acceso a los extranjeros bajo el argumento de que 45.000 niños nacidos en «vientres de alquiler» rusos han sido trasladados al extranjero en los últimos años. Lo mismo ocurre en Sudáfrica, donde este método se restringe solo a sus nacionales.

Ucrania, Georgia, Kazajistán o Bielorrusia, por el contrario, admiten extranjeros, pero solo para parejas heterosexuales.

Cuba. La isla caribeña aprobó en un referéndum celebrado el 25 de septiembre de 2022, el Código de las Familias, un paquete legislativo que incluye la llamada «gestación solidaria», admitida por motivos altruistas (y no bajo una negociación que implique beneficio económico), y que solo procede entre personas unidas por vínculos familiares o afectivamente cercanos.

India. Tras haber sido en su día uno de los destinos más populares por su bajo coste, la calidad de los servicios médicos y la flexibilidad de los requisitos legales, el país puso fin a la comercialización en 2019 y la limitó únicamente a parejas indias infértiles que no posean ningún hijo y en las que el padre tenga una edad máxima de 55 años y la madre, de 50.

Australia. Al igual que India, solo contempla un contexto altruista para el método, aunque con matices: algunos estados permiten su acceso a cualquier ciudadano, independientemente de su orientación sexual o estado marital, mientras que otros solo aceptan que recurran a ella parejas heterosexuales o mujeres solteras. Además, se recoge también el derecho a que la gestante no renuncie al bebé tras dar a luz, en cuyo caso la tutela pasa a depender de un tribunal.

Reino Unido. Para llevar a cabo el proceso en Gran Bretaña e Irlanda del Norte, uno de los dos miembros de la pareja debe residir allí, aunque –al igual que en Canadá– está prohibido que la gestante cobre por ello y se le ofrece la posibilidad de quedarse con el bebé tras alumbrarlo.

Grecia. El país heleno lo limita a parejas heterosexuales y mujeres menores de 50 años.

Portugal. Desde enero de 2022, la ley incluye un plazo de hasta 20 días en el que la gestante puede arrepentirse y no entregar al bebé.

China. Tanto este tipo de gestación como las tecnologías de reproducción asistida están prohibidas a las mujeres solteras y acotadas únicamente a parejas con problemas de fertilidad. Por esta razón, los chinos se han convertido en uno de los principales demandantes de vientres de alquiler en países vecinos, como Camboya.

Prohibido

Camboya. El país tomó el relevo de Tailandia como epicentro de la compraventa de niños por vientres de alquiler de la región después de que ese país la prohibiera en 2015. Pero en 2018, tras un aluvión de críticas de agencias de protección de la infancia, la prohibió por decreto y detuvo a decenas de mujeres que gestaban para terceros por tráfico de menores, obligándoles a criar a los bebés bajo pena de prisión en caso de no hacerlo.

No obstante, se cree que la práctica por la cual las gestantes, habitualmente de origen humilde, reciben un estipendio económico (aunque muy por debajo del coste del proceso en países como EE.UU.), continúa realizándose en la sombra y amparada por el alto nivel de corrupción y pobreza.