¿Cuándo acabará la sequía en España?

Este año promete marcar récords en lo que a la escasez de lluvias se refiere. Y es que en algunas zonas de España, como Ciudad Real, Toledo o Teruel, llevan más de 100 días sin registrar lluvia relevante, aquella de cantidades superiores a 22,5 milímetros.

Unos números que, aunque no llegan al centenar de jornadas, no mejoran en otras zonas como las provincias andaluzas, donde llevan más de un mes sin que llueva de forma significativa, o en Cataluña, que vive su peor sequía desde los años 60. Aunque en el conjunto del país este no es el peor episodio de escasez de agua, de seguir así podrían llegarse a batir todas las marcas.

Estas cifras escenifican el problema de la sequía en España, que ya se considera de larga duración desde finales del año 2022. Las esperanzas estaban puestas en el presente mes de abril, tradicionalmente lluvioso como indica el famoso refrán. Algo que, de momento, no está ocurriendo, ya que en lo que llevamos de mes solo se han acumulado poco más de tres litros por metro cuadrado, una cantidad «muy inferior a la normal», según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Pero ¿qué dicen las previsiones? A corto plazo, los meteorólogos avisan de que la sequía persistirá. Rubén del Campo, portavoz de la Aemet, no ve visos de lluvias importantes en nuestro país hasta el próximo viernes. Prevé precipitaciones para el fin de semana, pero quedarán acotadas solamente a Galicia, las comunidades cantábricas y los Pirineos. En el resto del país, tan solo se producirá un descenso térmico y un aumento de nubosidad que, sin embargo, no terminará de traer lluvias.

Una situación que irá empeorando a medida que pasen los meses. Desde el organismo meteorológico afirman que, de no llover en este mes o principios de mayo, luego comenzará el verano, estación en la que en España «no suele llover mucho, solo alguna tormenta fuerte».

Llama la atención, asimismo, el anticipo del tiempo casi veraniego, y es que las temperaturas diurnas en las próximas semanas estarán entre cinco y diez grados por encima del promedio. Algo que activará el riesgo de incendios, que será muy alto en buena parte del territorio peninsular.

El campo, el más afectado

Aunque los efectos de la sequía nos afectan a todos directa o indirectamente, el colectivo de los agricultores es de los más damnificados. Los bajos niveles de agua embalsada y la escasez de lluvias, junto al aumento de las temperaturas –impropias para la época–, han causado ya pérdidas irreparables en muchos cultivos. Es el caso, según demanda la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), de los cereales o las leguminosas.

Ante esta situación, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) espera que el decreto de sequía entre en vigor «lo antes posible» para poder librar ayudas a los agricultores y ganaderos afectados por la falta de agua: «Se está trabajando con mucha premura», ha asegurado.

De igual manera, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha convocado para este miércoles una reunión de la mesa de la sequía para poder evaluar el daño en el campo de esta escasez de precipitaciones. A ella asistirán organizaciones agrarias, cooperativas agroalimentarias y comunidades de regantes, así como representantes de los diferentes ministerios implicados y de las comunidades autónomas.