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Agricultores de Alicante recorren un campo casi yermoEFE

Medio ambiente

La sequía ahoga al campo español: el 60 % de los agricultores ya sufre sus consecuencias

Más de 3,5 millones de hectáreas de cereales de secano acusan pérdidas irreversibles y la producción de trigo y cebada se da casi por perdida

Más de cien días sin precipitaciones relevantes. Es el preocupante dato que muestran varias zonas de España, como las provincias de Teruel, Ciudad Real o Toledo. La falta de lluvia no beneficia a nadie, pero los mayores perjudicados, con diferencia, son los profesionales del campo.

Las precipitaciones en el presente año hidrológico en España, en comparación con el valor medio normal entre los años 1991 y 2020, es de un 18,8 por ciento menos. Su consecuencia más inmediata es la muerte de los cultivos de secano, que necesitan lluvia para desarrollarse. De igual manera, el bajo nivel de los embalses no hacen presagiar nada bueno para los próximos meses en lo que al abastecimiento de este bien se refiere.

Y es que todas las esperanzas estaban puestas en este mes de abril que, según el dicho, suele venir acompañado de «aguas mil». La previsión, sin embargo, no coincide con el refranero. En los próximos días solo veremos llover en Galicia y las comunidades cantábricas, algo que en el interior de España temen que sea el broche final a su ruina.

Según un informe de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), las pérdidas ya son irreversibles en más de 3,5 millones de hectáreas de cereales de secano. Si no se producen lluvias durante las próximas semanas –como parece que va a ocurrir– las cosechas de trigos y cebadas se dan prácticamente por perdidas en Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Murcia y en las zonas más áridas de Aragón, Cataluña y Castilla y León.

En el caso de los cultivos leñosos, las consecuencias son igualmente nefastas. Desde las diferentes organizaciones agrarias advierten que las plantaciones de almendro se están viendo muy afectadas por esta escasez de agua. Las altas temperaturas provocan, además, que los almendros tiren la flor y aborten, ya que no son capaces de sostener el fruto ante la falta de alimento que vienen arrastrando.

Sebastián González, agricultor de la comarca del Bajo Guadalquivir (Sevilla) remarca que la situación es «bastante crítica» al localizarse con una previsión de dotación hídrica del 10 % con respecto a un año normal, acumulando tres años consecutivos de fuertes restricciones que, según González, no les dejan desarrollar los cultivos de verano. Reclama, por tanto, «una estrategia a corto, medio y largo plazo con respecto a la sequía».

«Quiebra técnica»

Esta situación de escasez de agua en casi toda España llevan a las explotaciones agrarias y ganaderas a la «quiebra técnica», según la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA). Desde la organización en Granada, Nicolás Chica alerta de que, viendo que los modelos meteorológicos no prevén lluvia en los próximos 15 días, se puede hablar de «pérdida total de la compaña».

La falta de precipitaciones viene acompaña, además, de unas temperaturas nada habituales para la época, siendo en muchos casos propios de meses veraniegos. Esto hará que la tierra se deshidrate aún más y muchos agricultores se vean obligados a, directamente, abandonar la recolección.

61 % menos de agua en 25 años

Los embalses andaluces encuadrados en la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) han recibido un total de 773 hectómetros cúbicos en lo que va de año hidrológico, entre el 1 de octubre y el 31 de septiembre, lo que supone un 61 por ciento menos de la media de los últimos 25 años, un estado dramático que lleva al campo andaluz a una situación agónica.