Madrid propone a Sanidad retirar las mascarillas en los hospitales y centros sanitarios
Varios epidemiólogos sanitarios y expertos en enfermedades infecciosas de ocho instituciones han apoyado la idea de erradicar esta medida
Hoy hace un año que el BOE publicó el decreto que modificó la obligatoriedad del uso de las mascarillas en espacios interiores. Este anuncio se produjo dos años después de que el Gobierno de Pedro Sánchez declarase el estado de alarma por el «desconocido» virus que entró a nuestro país en 2020. Un año después de esta eliminación, la Comunidad de Madrid se ha pronunciado y cree que ya es el momento de eliminar el último resquicio que queda de la pandemia: la mascarilla en los centros sanitarios.
El consejero de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, ha apuntado que esta medida de seguridad solo deberían llevarla «las personas más vulnerables». Además, el consejero ha asegurado que «se tiene que acompañar de un debate» sobre el fin del uso obligatorio de las mascarillas en los centros sanitarios. Las mascarillas, prosigue, «se deben utilizar en los hospitales y centros de salud de forma adecuada», es decir, en las situaciones centradas por los protocolos prepandemia.
Este nuevo planteamiento, teniendo en cuenta la baja incidencia a nivel nacional por 100.000 habitantes, ya se ha trasladado al Ministerio de Sanidad para que el recién estrenado ministro, José Manuel Miñones, junto a su equipo de expertos lo trate en la Comisión de Salud Pública. Esto es, aclara Escudero, «un asunto que debe afrontar» al igual que le piden que aborde otros problemas como el garante de la equidad y cohesión del SNS.
El Gobierno mira para otro lado
La mascarilla ya lleva tres años acompañándonos a farmacias, fisioterapeutas, centros sanitarios y sociosanitarios. Por ello, aunque Sanidad crea que no es el momento, varios epidemiólogos sanitarios y expertos en enfermedades infecciosas de ocho instituciones apoyan la idea de erradicar esta medida, según publican en la revista Annals of Internal Medicine.
Los expertos afirman que su uso durante los peores meses de la pandemia estuvo «completamente justificado» para reducir el riesgo de transmisión entre profesionales sanitarios y enfermos, pero aseguran que ahora ya no es necesario.
Esto significa, según el artículo, que ha llegado el momento de tratar el coronavirus como un virus respiratorio endémico normal mediante la aplicación correcta y coherente de las precauciones estándar y basadas en la transmisión.
Estas incluyen el empleo de cubrebocas y protección ocular por parte del personal sanitario cuando se realicen actividades en las que pueda existir algún tipo de riesgo de transmisión, independientemente de los síntomas del paciente.