Fundado en 1910

El doctor González en Ruanda con pacientes que se sometieron a la cirugía torácica

Diego González, el coruñés que ha operado en 129 países, crea una Fundación para ayudar a los más vulnerables

Muchas compañías entre las que está la Fundación Amancio Ortega, se han encargado de hacer posible el sueño del cirujano

Hay personas que se pasan la vida viajando para disfrutar y conocer países nuevos. En cambio, hay otras que se recorren el mundo para ayudar cada año a miles de personas. Es el caso de Diego González Rivas, el cirujano más prestigioso de La Coruña, su ciudad natal, que se ha convertido en una inminencia en el mundo de la medicina y de la ciencia gracias a la creación de una técnica con la que ha salvado muchas vidas, la Unipoirtal VATS.

El doctor gallego no está dos días en un sitio, pero ha decidido afrontar un reto más: crear la Fundación Diego González Rivas, un producto gallego –porque «ha nacido en Galicia»– con el objetivo de ayudar a los países menos favorecidos. La vida del cirujano no es fácil y mucho menos cuando se traslada a un país africano para llevar a cabo una operación porque «siempre tienen muchas dificultades», asegura.

Estos territorios no tienen materiales suficientes, por lo que González Rivas tiene que «hacer malabarismos» para conseguir que los instrumentos lleguen a tiempo o funcionen para la operación. Por ello, ha creado una alternativa que le permitirá salvar las vidas de todas las personas sin sufrir, la Unidad de Cirugía Móvil «nunca antes creada», apunta el doctor. Se trata de un «concepto revolucionario», ya que asumen un reto: operar de forma mínimamente invasiva el pulmón en un habitáculo móvil.

Muchas compañías –entre las que figura la Fundación Amancio Ortega– se han encargado de hacer posible el sueño del coruñés otorgando diferentes recursos. Para hacer esto posible también ha recibido donaciones de forma altruista de mucha gente. Sin embargo, hay materiales que siguen necesitando.

Diego González operando con su técnicaDiego González Rivas

Azaela Yajaira, la primera paciente

Un día, como otro cualquiera, González Rivas recibió un mensaje por Facebook, una chica de 23 años procedente de Perú llamada Azaela Yajaira, le pedía ayuda. La joven se hizo con el contacto del cirujano después de hablar con Yogina, una creadora de contenido griega a la que el doctor había operado meses atrás por un tumor similar al de Yajaira, «Un cúmulo de casualidades, la vida», comenta.

{"type":"Instagram","url":"https://www.instagram.com/p/CnXnsj8szvY/?utm_source=ig_web_copy_link"}

La chica carecía de recursos y gracias «a que la Fundación iba avanzando», el doctor decidió que fuese la primera paciente, «era el caso perfecto», ya que anteriormente le habían intervenido dos veces sin éxito y «estaba condenada a morir», afirma. Le pagaron todo y el hospital San Rafael de La Coruña se hizo cargo de la operación, al igual que el hotel Ibis, que acogió a la paciente y a su hermana.

Diego González Rivas junto a Azaela Yajaira tras la operaciónCedida

Cuando todo estaba listo el doctor la llamó por teléfono, pero esta le comentó que había un problema, estaba embarazada de tres meses. En ese momento, González Rivas, empeció a gestionar la situación y habló con su anestesista porque «no se podía esperar nueve meses», ya que el tumor se podía hacer más grande y terminar siendo incurable, pero «todo salió bien».

Siempre he mantenido la pasión en el trabajo y en lo que hago»Diego González Rivas

Este ha sido el primer caso de muchos. Ahora Diego González Rivas está centrado en el futuro de los enfermos que serán intervenidos próximamente en Sierra Leona, Tanzania y Liberia. En el primer país donarán materiales de laparoscopia, ya que no poseen de esta instrumento.

El gran secreto del cirujano

El camino nunca es fácil, pero Diego no se rinde, ya que tiene un secreto: «Mantener siempre la pasión en el trabajo» y en todo lo que hace. González Rivas realiza muchas actividades en el poco tiempo libre que tiene y, además de ser un gran aventurero y sacar un hueco para visitar los países que recorre por su profesión, se ha dado cuenta de que lo que le «apasiona» es ir a operar a los países más desfavorecidos.

Diego González Rivas en ÁfricaDiego González Rivas

Desde pequeño siempre ha tenido muchas inquietudes, una de ellas interactuar con las distintas culturas del mundo: «Me fascina la historia de los países, todo lo que es el mundo», cuenta al medio. Este podría ser uno de los principales motivos que le han llevado al médico gallego a ayudar a cambiar la historia de todas las personas que le necesitan.