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La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa RiberaEuropa Press

Ribera cede ante Vara y estudia ahora no demoler la presa de Valdecaballeros

El Ministerio para la Transición Ecológica ha anunciado en su Twitter que está «evaluando técnicamente» no derribarla ante el interés de la Junta de Extremadura

Ante la polémica por el derribo de ciertas presas, que ha generado un gran malestar social, el Gobierno comienza a echar marcha atrás en sus intenciones. En concreto con el caso de la presa de Valdecaballeros, en Badajoz. Estaba previsto demolerla, pero ahora el Ministerio para la Transición Económica y el Reto Demográfico (Miteco) está evaluando técnicamente no hacerlo ante el interés mostrado por la Junta de Extremadura.

Este departamento ha informado a través de su cuenta de Twitter de que esta infraestructura fue diseñada para refrigerar la central nuclear que nunca entró en funcionamiento.

En este sentido, añade que «con arreglo a la normativa vigente», extinguida la concesión, corresponde demolerla, «salvo que se identifique un nuevo uso y se garantice su funcionamiento».

Así, recalca que nunca ha sido un embalse destinado a garantizar el abastecimiento de agua, pero admite que la Junta de Extremadura ha mostrado su interés por preservarla, por lo que apunta que «se está evaluando técnicamente la posibilidad de estimar la demanda de mantener esta infraestructura».

Extremadura ha presentado un recurso contra la resolución del Ministerio para la Transición Ecológica de demoler la presa, algo que el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, ha considerado un «verdadero disparate» porque a la región le «hace falta» dicha infraestructura.

El barón socialista tachó la medida de «una falta de respeto a la comarca –Cíjara– y a Extremadura». Tras reunirse con el alcalde de Valdecaballeros, Gregorio Rodríguez, para abordar dicha cuestión, Fernández Vara ha anunciado una defensa «contundente» que evite dicha demolición. «No se me pasa por la cabeza y no se va a tirar, punto y final», ha insistido.

Ribera cede, por tanto, a la presión de su compañero de partido en Extremadura y comienza a recoger cable. Mismo escenario se le plantea en Aragón, donde tanto el PSOE de Teruel como el de la comunidad son contrarios a la demolición de la presa de Los Toranes. El gobierno regional trató de declararla Bien de Interés Cultural (BIC) para evitar su derribo, pero invade competencias estatales, por lo que su desaparición se prevé para los próximos meses.

Huelga de hambre

Esta noticia abre una luz al vecino David Bravo, que lleva desde el pasado día 1 en huelga de hambre para protestar contra el anuncio del Gobierno del derribo de la presa de Valdecaballeros. El hombre dejó su trabajo en Avilés (Asturias) para retornar a su pueblo natal e iniciar este acto subido a una cruz que ha construido y clavado él mismo.

Bravo lo tiene claro, según declaró el pasado martes: «Quiero que se mantenga la presa por interés general. Su derribo afectaría a la población, a la ganadería, a la agricultura, al corredor ecológico, al turismo, a la caza, a la pesca... Es el agua de mi pueblo. La que le da vida», argumenta.