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Tres adultos sujetando a su bebéLu Tolstova

Portugal plantea la opción de que se registren tres progenitores en el vientre de alquiler

En el país luso, los vientres de alquiler son altruistas, es decir, no existe ningún tipo de compensación económica

Los vientres de alquiler vuelven a ser noticia, pero esta vez en Portugal. Cada vez son más las cuestiones y las prácticas que vulneran derechos de los seres humanos y que conducen a la su cosificación, como sucede con este tipo de práctica. Para frenar esto, el Consejo Nacional de Ética en Ciencias de la Vida de Portugal (Cnecv) ha publicado un dictamen que modifica algunos puntos de la polémica propuesta del Gobierno para regular la llamada gestación subrogada.

El documento argumenta que, en caso de que la gestante revoque el contrato y los padres biológicos quieran que sus nombres figuren en el registro del hijo nacido, debe existir una identificación clara de los derechos y deberes que debe cumplir cada adulto. Es decir, en lo que respecta a la filiación, el niño se encontraría con tres padres biológicos en el caso de que los beneficiarios hayan dado gametos, tal y como informa el periódico portugués Público.

En nuestro país vecino, una de las principales características de los vientres de alquiler es que existe un plazo de hasta 20 días después del parto –que coincide con el período que tienen para inscribirlo en el registro– para negarse a entregar al bebé a sus beneficiarios, pero si el hijo es registrado por esta pareja antes de que la gestante decida no darlo, ambas partes tienen que decidir qué sucederá. Debido a este punto, el organismo ha recomendado al Gobierno portugués que revise la propuesta.

Los creadores del informe aseguran que es de máxima importancia «salvaguardar los derechos del menor». En este sentido, emiten diferentes preguntas. El documento oficial asegura que si la madre gestante se arrepiente y no entrega al niño como se había acordado, uno de los beneficiados puede exigir ser el progenitor.

Esto abre una gran brecha, ya que se debe apuntar si solo consiste en apuntar «un nombre» o si «implica derechos y deberes» como pagar la pensión alimenticia o derechos de visita, apunta al diario luso Maria do Céu Patrão Neves, presidenta de la Cnecv. En este caso, tendrían la última palabra los tribunales.

Una ley altruista

En Portugal, los vientres de alquiler son altruistas, es decir, no existe ningún tipo de compensación económica. Esta ley, publicada por primera vez en el año 2016 fue aprobada finalmente en 2021 con varias modificaciones para superar los vetos que había planteado el Tribunal Constitucional de este país. Sin embargo, a día de hoy, solo existe un único proceso registrado.

En 2016 se publicó la Ley 25/2016 en la que se establecían las condiciones para aplicar los vientres de alquiler en Portugal, no permitida hasta entonces, que entraba en vigor en agosto de 2017. Sin embargo, fue derogada por el Tribunal Constitucional de Portugal, al considerar que violaba principios y derechos, entre ellos el arrepentimiento de la gestante.

En julio de 2019 se volvió a aprobar un proyecto de ley de vientres de alquiler, pero no hubo consenso entre los diputados para incluir el plazo de arrepentimiento, por lo que el Constitucional lo vetó de nuevo. Finalmente, el 26 de noviembre de 2021 fue aprobada y promulgada por el presidente de Portugal el 30 de noviembre de 2021, al permitir a la gestante arrepentirse en un plazo de hasta 20 días después del parto.