¿Es realmente España un país racista?

¿Es España un país racista, como han insinuado y acusado diversas voces desde el pasado domingo? Los insultos y cánticos contra Vinicius Jr. y lo que muchos (incluido el propio futbolista) han considerado como una reacción tardía e insuficiente por parte de LaLiga han sentado a nuestro país en el diván en la última semana. Alimentadas por la repercusión y las condenas internacionales, las reflexiones sobre si el racismo y la xenofobia infecta a buena parte de la sociedad española han reverberado en televisiones y medios de comunicación. ¿Es la nuestra una comunidad que odia, menosprecia o desconfía del extranjero o el inmigrante?

Para responder a esta pregunta, El Debate ha contactado con varias organizaciones antirracistas y humanitarias, pero solo ha podido recibir la atención de Juan Carlos Jiménez, profesor de Sociología en la Universidad CEU San Pablo.

Para Jiménez, la respuesta es clara: no, España no es un país racista, pero hay comportamientos o actitudes que sí reflejan esa lacra.

«Hablar de un país que tiene una característica concreta es disparatado. Como todas las demás, la nuestra es una sociedad plural, heterogénea y compleja, y si me preguntas si España es un país racista –dice–, te diría radicalmente que no. No hay nada en su marco jurídico o legislativo ni en sus valores sociales que tenga el más mínimo viso racista; al contrario, es totalmente proclive a abandonarlo».

Según refiere el sociólogo, la xenofobia que existe en nuestro país se manifiesta sobre todo a través de los llamados «microrracismos», expresiones con un fundamento racista de aparente baja intensidad. En ese contexto enmarca él, por ejemplo, el caso Vinicius, donde la «calificación racial le añade un factor de humillación a la persona que quieres denigrar». Eso, precisa, «denota un marco de lenguaje peyorativo y es algo que no ocurre a pequeña, sino a gran escala».

¿Advierte Jiménez un incremento de comportamientos o actitudes racistas en la sociedad española? Los últimos datos del Ministerio de Interior, correspondientes a 2021, constatan un aumento de las denuncias por delitos de odio respecto a años anteriores. De ello se infiere, dice el profesor, que «ahora somos más conscientes de lo que es tolerable y lo que no». «Hace 15 años estas mismas cosas pasaban en el fútbol y se aguantaban. Hoy ya no. Se ha cambiado la percepción social de lo que se considera admisible», puntualiza.

Se ha cambiado la percepción social de lo que se considera admisibleJuan Carlos JiménezProfesor de Sociología en la Universidad CEU San Pablo

Según datos europeos de 2018, España es el país comunitario más acogedor y que menos problemas refiere con su masa de población inmigrante, y el experto del CEU cree que eso denota la manera óptima en la que España ha hecho frente a esa absorción desde que comenzara a recibir los primeros grandes éxodos en los años 90.

¿Qué es necesario, en cualquier caso, para atajar esas actitudes racistas que pueden proliferar en determinados ámbitos? «Lo fácil sería decir que la educación debería ejercer un mayor peso, pero lo cierto es que algo no se puede eliminar si no se reprime. Por tanto, o se sancionan, de forma que sirva como disuasión, o no hay tu tía», remacha.