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Los investigadores llevan años estudiando la eficacia de la detección del cáncerEuropa Press

Sanidad rechaza el primer tratamiento para tratar un tipo de cáncer muy agresivo

La Comisión acuerda proponer a la Dirección General la no aceptación de las alegaciones y la no inclusión de este medicamento en la prestación farmacéutica del SNS

El Comité Interministerial de Precios de los Medicamentos (CIPM) rechazó el pasado 13 de abril la inclusión de la molécula sotorasib para tratar cáncer de pulmón no microcítico (CPNM) o cáncer de células no pequeñas (NSCLC) avanzado en los adultos que se sometan a monoterapias. De hecho, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) se estima que en el año 2023 se diagnostiquen 31.282 nuevos casos de esta enfermedad.

Este tipo de tumores tiene una gran tasa de mortalidad. Según los datos de 2020, 1.796.144 personas murieron por esta enfermedad. Sin embargo, aunque estos tumores sean muy agresivos, el número de pacientes que padecen este cáncer de pulmón no es muy numeroso, ya que este grupo de personas representan el 6 % de todos los cánceres de pulmón y el 8 % de los CPNM.

Aunque la ciencia vaya avanzando y los tratamientos para frenar y tratar una de las enfermedades más temidas vayan saliendo a la luz, no sirven de nada si el Ministerio de Sanidad de España los tumba. Es lo que ha pasado con la inclusión de la célula sotorasib en monoterapia como alternativa terapéutica menos tóxica que los tratamientos estándares.

Sotorasib (de nombre comercial Lumykras, de Amgen) fue aprobado por la Comisión Europea el 21 de mayo de 2021 como el primer inhibidor de KRAS G12C, creado tras más de 40 años de trabajo para tratar una mutación celular que se pensaba que nunca se iba a poder controlar.

A pesar de esto, el acta de la reunión del CIPM asegura que con respecto a este medicamento, la Comisión acuerda proponer a la Dirección General la «no aceptación de las alegaciones» y, por tanto, la «no inclusión de este medicamento en la prestación farmacéutica del SNS», teniendo en cuenta el valor terapéutico y social del medicamento, su beneficio clínico incremental y su relación coste-efectividad.

No es la primera vez que Sanidad rechaza un fármaco, de hecho es más común de lo que parece. Sin embargo, esta negación ha frenado uno de los avances oncológicos más significativos de los últimos años, ya que tiene el «poder» de frenar la mutación KRAS, un oncogen –un gen mutado que puede causar cáncer–, muy frecuente en el cáncer de pulmón de células no pequeñas.

KRAS es una proteína fundamental que controla la multiplicación, la maduración y la destrucción de las células. Sus mutaciones están relacionadas con la transformación maligna y progresión tumoral. Los investigadores moleculares la denominaron la «piedra filosofal», ya que pensaban que si lograba inhibirlo, podría ser la clave para tratar muchos tumores.

El científico que descubrió este oncogen hace 41 años fue Mariano Barbacid. El investigador ha explicado a La Razón que Sotorasib ha sido uno de los primeros agentes en demostrar que «KRAS es realmente farmacológico». Esto, ha aclarado, supone «la traducción del esfuerzo del trabajo concentrado en ciencia básica» de muchos investigadores durante décadas. No es el único, ha asegurado, hay otra molécula, adagrasib, con un perfil similar.