Cosas que nunca debes hacer a un perro guía cuando está en plena asistencia

A menudo por la calle podemos ver perros de asistencia acompañando a sus dueños, y es que estos perros, previamente adiestrados, son extremadamente útiles para las personas que los necesitan dada su situación. Identificarlos normalmente es muy fácil, puesto que suelen llevar un peto o arnés en el momento en el que están haciendo su trabajo.

Prácticamente todos los perros de asistencia realizan su labor en espacios públicos (por la calle, en centros comerciales, en el transporte público...). Ellos son esenciales para sus tutores ya que mejoran su autonomía y movilidad.

Estos perros reciben un arduo entrenamiento para reconocer y evitar obstáculos (tanto para detectar si están al nivel del suelo, en altura, como para ver si están en movimiento o estáticos). De igual manera, saben indicar a sus dueños la llegada a bordillos y desniveles, y poseen iniciativa para encontrar la mejor alternativa en situaciones comprometidas.

A pesar de esto, su labor requiere de una concentración altísima y muchas veces somos nosotros mismos los que podemos ayudarles a evitar situaciones incómodas para su tutor.

Cómo actuar

Hay dos conceptos generales que tenemos que grabarnos en la mente para nuestro (muy probable) futuro encuentro con un perro de asistencia y son:

• Nunca distraer a un perro guía si está trabajando, esto incluye: acariciarles, llamarlos u ofrecerles comida o juguetes. En conclusión, evitar todo tipo de interacción.
• Si tenemos perro, no dejar que nuestro perro se acerque a un perro guía. Los perros son animales que siguen sus instintos y un encuentro entre dos de ellos puede resultar peligroso para el usuario.

Si vivimos una situación de emergencia que implica a un perro de asistencia y a su tutor, está bien que ofrezcamos nuestro ayuda pero debemos respetar que cada individuo sabe gestionar sus propias crisis. Les ayudaremos solo en caso de que nos lo pidan.