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El interior del sumergible Titan es similar al de una minivanAlanxelmundo

Submarino perdido Titanic  La vida en el Titan, el sumergible de OceanGate: sándwich, cámara de fotos y un baño portátil

El 'youtuber' Alan Estrada es uno de los pocos que ha estado dentro de la embarcación de OceanGate y que ha visto los restos del Titanic

Llega el día del descenso a las profundidades y Alan Estrada no ha dormido la noche anterior. «La emoción de conocer un sitio tan enigmático es fascinante, pero existe también la posibilidad de que algo salga mal y que sea el último día de mi vida», relata con sinceridad el youtuber mexicano antes de bajar a ver los restos del Titanic. Ese pedazo de historia, que vive en la mente de prácticamente todo el mundo, descansa a casi 4.000 metros de profundidad y la manera de intentar llegar hasta el pecio es dentro de un sumergible (que no un submarino) de fibra de carbono.

Stockton Rush, CEO de la compañía OceanGate Expeditions, al lado de TitanAdanxelmundo

Desde muy temprano el sumergible Titan de la compañía OceanGate se revisa de manera minuciosa. Cada movimiento al que se somete al sumergible debe hacerse con sumo cuidado para no afectar a los sistemas de comunicación y al más mínimo problema debe suspenderse la inmersión. «Todo tiene que estar perfecto. Una inmersión a estas profundidades conlleva unos riesgos», explica Estrada, quien ha visto con sus propios ojos el interior de Titan. Sin embargo, las expediciones que ha realizado OceanGate hacia el Titanic no han estado exentas de contratiempos.

Parte frontal del sumergible TitanAdanxelmundo

El reducido espacio no hace especialmente cómodo al Titan (6,7 metros de largo, 2,5 de alto y 2,8 de ancho) por lo que cada pasajero llevará lo indispensable dentro de una mochila: agua, cámara de fotos y un sandwich. Por si fuera necesario hay un par de orinales y un baño portátil de emergencia. El escritor y productor Mike Reiss, quien hizo el viaje el año pasado, lo ejemplifica de manera clara: «El interior es similar al de una minivan».

Con capacidad para cinco personas, una de ellas el piloto, los ocupantes del sumergible son civiles con el título de 'especialista de misión'. Es decir, turistas con unos requerimientos físicos básicos, que no sufran de claustrofobia y que estén dispuestos a pagar un cuarto de millón de dólares. A diferencia de otros sumergibles, el Titan se cierra y se abre por fuera. «Cuando se cierra la puerta estás totalmente a merced del equipo exterior para salir del sumergible una vez que termina la aventura», recalca Estrada.

Cada etapa del viaje dentro de Titan es crítica. A partir de los 160 metros de profundidad, la oscuridad del mar es casi absoluta. «Casi como nadar a ciegas», añade Estrada. Durante el proceso, que tarda más horas de las que publicita OceanGate, los turistas 'exploradores' se distraen viendo películas o simplemente descansando.

Imagen de la cubierta del Titanic desde TitanAlanxelmundo

Es vital que en todo momento Titan se pueda comunicar con la nave que está en la superficie. De lo contrario, el sumergible podría perderse y quedar a la deriva en medio del océano. El protocolo de seguridad estipula un tiempo límite para que el Titan pueda estar incomunicado. Una vez que se sobrepasa, se debe abortar la misión y activar el sistema de arrojo de lastre para poder subir.

Otro momento crucial, si el viaje va bien y el Titan llega al fondo del mar, es encontrar alguna parte del Titanic. Aunque los restos del naufragio más famoso del mundo se distribuyen por un área que cubre el equivalente a 200 campos de futbol, dar con ellos es increíblemente difícil. Allí abajo es muy fácil desorientarse por la profunda oscuridad que se adueña del fondo marino y se le añade otra dificultad: la proa y la popa del Titanic están partidas y hay una separación entre ellas de 600 metros. «Metros que con aquella oscuridad se transforman en kilómetros», matiza el mexicano en su canal de YouTube.

Titan está provisto de luces, pero apenas ofrecen unos metros de visibilidad. Así, la tripulación del sumergible depende totalmente del sonar y de las indicaciones que reciben de la nave nodriza que sigue en la superficie. Como bien explica el youtuber, a «4.000 metros de profundidad los fallos pueden ser letales».