Biden pierde la batalla legal: no podrá obligar a los médicos cristianos a practicar abortos

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, sigue apostando por la cultura de la muerte. Sin embargo, según ha publicado el portal de información religiosa Infocatólica, a pesar de colocar el derecho al aborto en el centro de su campaña electoral y prometer «luchar contra el programa extremo y peligroso de los republicanos», ha perdido la batalla legal, por lo que ya no podrá obligar a los médicos cristianos a practicar abortos.

Esta decisión se ha tomado después de que el equipo del jefe del Ejecutivo de EE.UU. decidiese «no apelar la sentencia de un tribunal federal» que prohíbe obligar a los facultativos a realizar estas controvertidas prácticas, además de procedimientos de transición de género, ya que van en contra de sus creencias y éticas.

Hace un año el Tribunal Supremo de EE.UU. derogó la doctrina Roe vs. Wade tras considerar que «no existe el derecho constitucional al aborto». Esta decisión, iniciada por el juez Samuel Alito, no le pareció bien a Biden, quien consideró que los republicanos del Congreso querían «prohibir el aborto en todo el país». Tras esto, prometió que su Administración continuaría «protegiendo» la salud de las mujeres y «pidiendo al Congreso que restablezca» el derecho constitucional al aborto.

Tras estas declaraciones y el intento del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos de eliminar la norma impuesta por Trump –que protegía a los médicos provida del país–, los líderes médicos cristianos expresaron su preocupación por el nuevo mandato proaborto impuesto por el gobierno de Biden, ya que podría paralizar la asistencia médica cristiana en todos los estados de Estados Unidos.

A pesar de las intenciones del cuadragésimo sexto presidente de los Estados Unidos, el 26 de agosto de 2022, el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito bloqueó el decreto abortista de Biden, asegurando que «no se puede obligar a los médicos religiosos a realizar procedimientos como el aborto que contradigan sus creencias».

Luke Goodrich, vicepresidente y consejero principal de Becket –representa a médicos y hospitales católicos en contra el mandato transgénero– aseguró que tras «múltiples derrotas en los tribunales», el Gobierno federal había cedido en su «controvertido mandato sobre transexualidad, que carece de fundamento médico».

Estas palabras las declaró después de expresar que en Estados Unidos los médicos hacen un juramento solemne de no hacer daño a ningún paciente, por lo que no pueden mantener su palabra si el gobierno federal–que dirige Biden– les obliga a ejecutar procedimientos dañinos y contrarias a su ética.

Esto ya no será posible. A pesar de que los líderes provida temían que Biden crease una política para quitar a los médicos provida sus derechos y desmantelase la libertad religiosa de los trabajadores, el plazo del Gobierno para apelar el caso ante el Tribunal Supremo finalizó el pasado 20 de junio. Como consecuencia, cada facultativo podrá abstenerse a ejecutar estos polémicos actos y cada estado tendrá la libertad de decidir qué es lo mejor para sus ciudadanos.