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El británico James Howard Jones en una foto de sus redes socialesInstagram

Un joven inglés despierta justo antes de ser desconectado y tras año y medio en coma

James Howard-Jones sufrió una importante lesión después de que un individuo le propinase un puñetazo y, al caer, se golpease en la cabeza

Su historia conmocionó al Reino Unido hace algo más de un año. James Howard-Jones, inglés de 28 años, salió de fiesta con sus amigos por la ciudad de Cheltenham como cualquier otro día. Sin embargo, la noche no transcurrió bien.

Un individuo le propinó un puñetazo, de manera que Howard-Jones cayó hacia atrás y se golpeó la cabeza. Esto le generó una lesión que lo dejó al borde de la muerte. Después de trasladarlo al hospital, tuvieron que operarle en varias ocasiones e incluso realizarle trasplantes de órganos, sin aparente éxito.

Y es que el joven ha permanecido inconsciente desde el momento del accidente, terminando con las esperanzas de médicos y familiares. Es por ello que, tras ver que su estado de salud no iba a mejor, los profesionales decidieron desconectarlo de las máquinas que lo mantenían con vida.

La familia accedió, pero justo antes de que procedieran a desenchufarlo se obró el milagro: James despertó del coma. Tanto los facultativos como su familia no daban crédito, y es que cuando ya lo daban por perdido, el joven recuperó la consciencia, evitando así su fallecimiento.

Aunque sus allegados se muestran felices por la súbita recuperación, explican a los medios locales que la agresión le dejará graves secuelas físicas y psicológicas para siempre que le impedirán desarrollar su vida con normalidad.

Aunque al principio James no articulaba palabra, su padre explica que con la rehabilitación va mejorando poco a poco, aunque ha tenido recaídas que le han obligado a volver al hospital, como episodios de convulsiones.

Su familia explica que el joven necesita ayuda para llevar a cabo su día a día, incluso para levantarse de la cama o ir al baño. Aunque pueda ir mejorando poco a poco, los padres se muestran escépticos de que pueda recobrar una vida medianamente normal.

Su agresor, Ben Davis, de 24 años, fue condenado a dos años y cuatro meses de cárcel. Davis reconoció los hechos y se demostró que había intencionalidad en la paliza, ya que los mensajes de texto y búsquedas en internet lo delataron.