El motivo por el que la Policía aconseja no sacar dinero en los cajeros automáticos de la calle

La Policía Nacional ha logrado desarticular una banda criminal que se dedicaba a clonar tarjetas bancarias para su uso fraudulento. Según ha informado el Cuerpo, los delincuentes lograron estafar más de 196.000 euros con un método conocido como skimming.

El skimming, como indican desde el Ministerio del Interior, es una práctica que consiste en la «utilización de elementos físicos diseñados específicamente para imitar partes de un cajero, los cuales contienen en su interior dispositivos electrónicos capaces de copiar y almacenar datos contenidos en las bandas magnéticas».

En este caso los delincuentes poseían un taller de skimming y contaban con un lector-grabador de bandas magnéticas de tarjetas bancarias, un lector de tarjetas, 300 tarjetas plásticas y seis dispositivos 'skimmer', 13 placas de configuración para dispositivos 'skimmer', 17 microcámaras de diferentes tipos, dos dispositivos de tipo teclado para suplantar a los de los cajeros automáticos, gran cantidad de componentes electrónicos para la configuración del resto de dispositivos fraudulentos, dos ordenadores portátiles, dispositivos periféricos, 16 teléfonos móviles, una tableta digital, diez datáfonos, 12 documentos de identidad (algunos de ellos falsificados) y gran cantidad de documentación y anotaciones, documentos bancarios, mercantiles y otros, tal y como recoge la nota del Ministerio.

Cómo evitar ser víctima de 'skimming'

Para minimizar los riesgos del skimming a la hora de sacar dinero de un cajero automático es importante seguir estos consejos:

• Utilizar preferentemente los cajeros automáticos que no se encuentren en la vía pública, ya que son más accesibles para los delincuentes.
• Tapar el teclado cuando se introduce el PIN o pagar con el TPV.
• No dejar la tarjeta de crédito o de débito sin supervisión.
• Controlar regularmente los extractos bancarios para detectar cualquier movimiento extraño.