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Este fármaco antiobesidad mejora la calidad de vida y el pronóstico en pacientes con problemas cardiacos

La insuficiencia cardiaca es la primera causa de hospitalización por encima de los 65 años y representa entre el 2 y el 3 % del gasto sanitario español

Un famoso fármaco para adelgazar demuestra no solo reducir el peso, sino también mejorar la calidad de vida y el pronóstico de los pacientes con insuficiencia cardiaca con fracción de eyección preservada. Estos datos hacen referencia a la Semaglutida, un medicamento cuyas concusiones han salido a la luz tras realizar el estudio STEP HFpEF que se acaba de presentar en el Congreso Europeo de Cardiología de Ámsterdam.

La Semaglutida es un fármaco perteneciente al grupo terapéutico de los llamados análogos de la GLP1. Su acción fundamental, y para lo que está indicado en la actualidad, es para el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2. Sin embargo, también se ha visto que produce una reducción importante de peso. Tanto es así que ha habido problemas de desabastecimiento en las farmacias porque se ha usado para perder peso, incluso, en personas no diabéticas.

Tal y como explica el doctor Manuel Anguita, portavoz de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) esta indicación de la pérdida de peso también existe, pero en España la Semaglutida solo está financiada por el Sistema Nacional de Salud en aquellos pacientes diabéticos «mal controlados con otros fármacos» y que, además, «tienen obesidad». Por lo que para el resto de indicaciones tiene que pagarlo el paciente interesado.

Al saber que se podía controlar la diabetes y reducir el peso, los investigadores creyeron que existían muchas expectativas de que se pudiera asociar también a una mejoría del riesgo cardiovascular, algo que hasta la fecha no estaba demostrado.

Los resultados del estudio, que se ha llevado a cabo en pacientes con y sin diabetes, obesidad e insuficiencia cardiaca con fracción de eyección preservada, demuestran beneficio en los pacientes tratados con Semaglutida, tanto en mejoría de la calidad de vida como en la reducción de peso.

Por otro lado, el doctor Alejandro Recio, presidente de la Asociación de Insuficiencia Cardiaca de la SEC anota que se ha demostrado que en pacientes obesos, diabéticos y no diabéticos, con insuficiencia cardiaca con fracción de eyección preservada muy sintomáticos, este fármaco es capaz de «reducir su peso, lo que se acompaña de una clara mejoría de la sintomatología, así como de los niveles de NT-proBNP».

Una nueva era

El análisis de estos resultados ha abierto una nueva puerta a la sanidad, ya que añadiendo este tratamiento a este tipo de pacientes «se va a cambiar la práctica clínica diaria de los cardiólogos», valora la doctora María Fernández Olmo, presidenta de la Asociación de Riesgo Cardiovascular y Rehabilitación Cardiaca de la SEC.

Recientemente, se han publicado además los resultados preliminares del estudio SELECT, realizado también con Semaglutida. En este caso han contado con pacientes obesos no diabéticos que tienen enfermedad cardiovascular. Los datos preliminares indican que, en este grupo de pacientes (prevención secundaria de enfermedad cardiovascular), también mejora el pronóstico y reduce la mortalidad.

A raíz de estos hallazgos, la Sociedad Española de Cardiología ha comunicado que es muy importante que «en España existan los canales necesarios» para que estos fármacos «se puedan utilizar lo más rápidamente posible, y que no haya inequidades entre las diferentes comunidades autónomas», declara el doctor Julián Pérez-Villacastín, presidente de la SEC.

La insuficiencia cardiaca, enfermedad con una elevada y creciente prevalencia e incidencia, así como una de las principales causas de muerte en el mundo occidental, afecta en España al 2,7 % de la población mayor de 45 años y al 8,8 % de los mayores de 74. Además, es la primera causa de hospitalización por encima de los 65 años y representa entre el dos y el tres por ciento del gasto sanitario español.