El debate de la eutanasia en Reino Unido: los médicos lo rechazan y el apoyo de la ciudadanía cae en 8 puntos

Reino Unido busca legalizar la eutanasia. Así lo demuestran los resultados de la última encuesta realizada por la empresa de sondeos del país Reino Unido Ipsos el pasado mes de julio. A la hora de hacer la prueba, los voluntarios preguntaron a los mayores de edad si «debería ser legal que un médico ayudara a una persona a morir recetándole una medicación letal».

Los datos fueron sorprendentes. El 61 % de los encuestados se mostró a favor de la muerte a personas vivas. Sólo el 17 % apoyaba la vida, mientras que el 18 % no estaba seguro de si se debía proceder a esta controvertida práctica. Cifras contrarias a la opinión de los médicos del Royal College of General Practitioners de Reino Unido, que «se oponen» a llevar a cabo estos «asesinatos».

Estos resultados no son nuevos, sino que equivalen a los analizados en el año 2022, cuando se les formuló la misma pregunta a los adultos. Una vez estudiaron las respuestas de los habitantes ese año, vieron que un 69 % había contestado que «sí», un porcentaje superior al de este año en ocho puntos.

Tal y como publica el medio de comunicación Infocatólica todo esto llega en un momento clave para Reino Unido, puesto que el Parlamento busca la legalización de esta polémica acción. Sin embargo, no es tarea fácil, ya que, aunque los activistas presionan para que se cambie la ley y la eutanasia comience a ser legal, los críticos advierten de los problemas que traería la misma.

Este año el Parlamento británico, que quiere que su país siga los pasos de Australia, está realizando una profunda investigación sobre los beneficios y los problemas de la eutanasia. En este trámite, según explica el medio, los ministros han estado explorando la posibilidad dar luz verde a «la participación de profesionales sanitarios en el suministro de fármacos letales destinados a poner fin a la vida de un paciente a petición voluntaria de éste». Es decir, la eutanasia.

En la actualidad, esta polémica práctica es considerada un asesinato u homicidio involuntario en el Reino Unido. Por ello, en los meses de mayo y julio los miembros del Parlamento, junto a profesionales, estuvieron valorando la situación en la que se encuentra el país y las posibilidades de modificar la norma. Y es que según la Ley de Suicidio de 1961, en Inglaterra y Gales es un delito alentar o ayudar a que la persona muera.