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Varios ciudadanos marroquíes recogen los escombros que ha dejado el terremotoEFE

Terremoto en Marruecos

¿Por qué no se puede predecir un terremoto?

El pasado 3 de septiembre Marruecos sufrió un terremoto que ha ha dejado más de 2.900 muertos

La tragedia sacude Marruecos. El pasado sábado 3 de septiembre un devastador terremoto de magnitud 6,8 en la escala Richter sembró el caos en las provincias de Al Haouz, Tarudant, Chichaua, Uarzazate, Marrakech, Agadir y Casablanca. Según los últimos datos, el seísmo ha dejado más de 2.900 víctimas mortales y más de 5.530 heridos. No obstante, estas cifras podrían aumentar en las próximas horas, ya que las esperanzas de encontrar a gente con vida bajo los escombros se agotan a medida que va pasando el tiempo.

Los terremotos son, quizás los desastres naturales más terribles, ya que ante una tormenta o un huracán es posible la evacuación de la población de las áreas que van a verse afectadas. Sin embargo, los sismos son impredecibles, salvo algunos minutos antes, ya que son imposibles de predecir.

Terremotos

Los terremotos se producen por la liberación repentina de la tensión de la corteza terrestre. Las placas tectónicas se van moviendo lentamente, friccionando, y acumulando energía a lo largo de lo que se conoce como falla geológica. Cuando ese mínimo desplazamiento provoca una tensión ya insostenible, se libera, provocando lo que conocemos como terremoto y que puede ser de mayor o menor gravedad.

Y, aunque sabemos cómo funcionan esas fallas geológicas y cómo estas pueden afectar a la superficie terrestre, es imposible saber cuándo van a liberar esa tensión acumulada y provocar seísmos.

Como explicaba a la BBC Richard Luckett, sismólogo de la British Geological Survey, «Si pones un ladrillo sobre un trozo de papel de lija y lentamente retiras el papel con un resorte, el ladrillo se moverá. Puedes repetir este experimento 10 veces, y aunque apliques todas las veces la misma fuerza, verás que el ladrillo se moverá repentinamente después de distintos intervalos de tiempo. Es una ley física».

El tamaño de la falla

Por norma general, las fallas de gran longitud pueden producir terremotos de gran magnitud. Es el caso por ejemplo de la falla de Anatolia septentrional (1.000 kilómetros), que limita con la placa Euroasiática y que se extiende desde el altiplano armenio hasta el mar de Mármara; y la falla de Anatolia oriental (700 kilómetros), que colinda con la placa Arábiga en la frontera de Turquía con Siria.

Precisamente el epicentro del devastador terremoto que tuvo lugar en Turquía en el mes de febrero se ubicó sobre la falla de Anatolia oriental.

¿Y qué falla ha provocado el seísmo de Marruecos?

La falla en la que se ha registrado el epicentro del devastador terremoto marroquí es la del Atlas norte, una serie de fallas de unos 100 kilómetros de longitud llamadas inversas, ya que elevan el terreno hacia arriba y son capaces de generar montañas, como las que podemos precisamente ver en esta zona.

Tal y como explica Jesús Galindo-Zaldivar, geólogo de la Universidad de Granada, en The Conversation, en esta zona del noreste de África no suele haber muchos terremotos en comparación con otros lugares cercanos a los bordes de las placas tectónicas. No obstante, el seísmo se produjo porque la tensión a lo largo de la falla inversa puede inducir terremotos cuando las rocas se desplazan bruscamente para liberar la tensión acumulada.

Tal y como explica Galindo-Zaldivar, «En esta región no se han registrado terremotos de gran magnitud, lo que sugiere que la presión ejercida por el empuje de las placas se ha ido acumulando en el subsuelo durante mucho tiempo. Cuando la tensión fue excesiva para la falla, se produjo el sismo».

Tal y como explicó a El Debate el sismólogo del Instituto Geográfico Nacional Carlos González, «Lo más llamativo es que no se esperaba un terremoto de esta magnitud. Se podía esperar uno, pero no con esa potencia. Históricamente, el de 1960 tuvo una magnitud de 5.8 y dejó entre 12.000 y 15.000 muertos. A nivel histórico, no había un registro de terremotos de esta magnitud y por eso no se esperaba. Si ahora que ha sucedido ha dejado tantos muertos ha sido por el tipo de construcciones, muchas casas, de adobe, propias de estas zonas rurales de Marruecos, han colapsado.».