El adoctrinamiento indigenista en Hispanoamérica surte efecto: los jóvenes olvidan el legado español

El legado del Imperio español en Hispanoamérica es incuestionable. Cientos de ciudades fundadas, decenas de universidades creadas, la transmisión de una lengua como el castellano o la evangelización católica constituyen algunos de los elementos cruciales del legado hispánico allende los mares, que ha dotado de una cultura y una identidad a decenas de países.

Sin embargo, como es bien sabido, en los últimos años se ha acelerado la difusión de una Leyenda Negra que, unida a las reivindicaciones indigenistas articuladas por la izquierda populista, ha provocado una fuerte disociación y una pérdida de arraigo en el continente americano con todo lo relacionado con España. Esta dinámica ha surtido efecto y ya se puede constatar con datos, gracias a un estudio recién publicado por el Real Instituto Elcano.

«Desde la perspectiva de los intereses españoles, puede ser preocupante el hecho de que el conocimiento sobre la influencia histórica española en la zona en los siglos en que ésta formó parte del imperio español disminuye drásticamente según se baja en la escala de edad», señala la «11ª Oleada Barómetro Imagen de España. Estudio monográfico sobre América Latina», publicado este miércoles por el citado laboratorio de ideas.

Según se desprende de la encuesta realizada a más de 4.000 personas de distintos países hispanoamericanos, solamente el 48 % de los hispanoamericanos más jóvenes menciona a España como el país que más influyó en la historia de su país en esos siglos. El 45 % de los mismos incluso menciona otros países y el 7 % a ninguno. Por el contrario, España es el país más influyente para sus países para el 73 % de los encuestados de 65 años o más, lo que evidencia una gran brecha.

«Esto parece indicar que la enseñanza de la historia entre los niños y adolescentes en la región está dedicando cada vez menos atención a ese periodo histórico de cada país y, en consecuencia, España está cada vez menos presente en la 'memoria colectiva' de estas sociedades», analizan desde el Real Instituto Elcano. Pero este cambio de percepción no puede responder solamente a lo sucedido dentro de las aulas. Líderes como el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, o el régimen venezolano vienen desarrollando desde hace tiempos políticas que buscan borrar su pasado.

Para los hispanoamericanos, los españoles somos simpáticos, cultos, amables y orgullosos

Los ejemplos darían para todo un serial, pero baste recordar, por ejemplo, la «indigenización» del criollo Simón Bolívar en la imagen que Venezuela publicita del «libertador». Este mismo país hace año y medio creó una comisión para ensalzar el indigenismo y que España pidiese perdón por su pasado colonialista, en la misma línea que el citado Obrador, quien denuncia el papel represor español en México contra los indígenas siendo su ascendencia cántabra.

La derecha nos ve con mejores ojos

El informe del centro de estudios internacionales y estratégicos arroja otros muchos resultados sobre la percepción de nuestro país en Hispanoamérica de gran relevancia. Así, por ejemplo, destacan que nuestra imagen allí es, por norma general positiva, con una nota de 6,9 sobre diez, muy parecida a la que tienen países como Francia, Italia o Estados Unidos, e inferior a la de otros, como Alemania, que puntúa con un 7,5, siendo el país líder en este campo.

Un dato curioso, que responde a la baja autoestima nacional de estos países, es que todos ellos evalúan a España mejor que a sus respectivas naciones, a excepción de México. «Los españoles son vistos mayoritariamente como simpáticos, cultos y amables, pero también orgullosos. Los países andinos (Chile, Perú, Ecuador y Colombia) son los más críticos respecto al carácter orgulloso de los españoles y, en general, los que tienen una percepción menos positiva del carácter español», abundan desde este think tank.

El barómetro del Elcano también indica que entre los encuestados que se perciben como de derechas, la imagen de España es más positiva que entre los de izquierdas, confirmando de nuevo esa relación entre la izquierda populista, el movimiento indígena y los relatos «negrolegendarios».