Sergio García Torres presume de su ley de bienestar animal y señala que ha sufrido una «campaña de bulos»
En una entrevista en el periódico de Pablo Iglesias, el impulsor de la norma señala que países de la UE y América Latina la miran como «referencia»
El director general de Derechos de los Animales en funciones, el podemita Sergio García Torres, juró y perjuró que si los perros de caza no entraban en la ley de bienestar animal de la que es impulsor dimitiría. Con la norma ya en vigor y sin estar los canes incluidos, el político se aferra a su puesto, aunque todo parece indicar que si se reedita el gobierno de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz no repetirá en el cargo.
Con las críticas a la espalda de los profesionales de las tiendas de animales, los veterinarios, los criadores y los propios animalistas –que consideran el texto una «chapuza»–, García Torres evita hacer cualquier tipo de autocrítica siguiendo las actitudes de su compañera de partido Irene Montero con la ley del 'solo sí es sí' y se deshace en elogios hacia su texto.
En una entrevista a Diario Red, el periódico de Pablo Iglesias, García Torres considera que esta norma es una buena base para seguir avanzando en el objetivo que en 2019 le encargó Pablo Iglesias, y todo a pesar de «la presión del lobby cinegético» que, según él, ha presionado mucho «para que no se pudiera avanzar todo lo que nos hubiera gustado avanzar con esta ley».
Además, denuncia que ha recibido una «campaña de bulos» que atribuye a «esos colectivos pequeños, pero ruidosos, no querían que saliera adelante esta ley» y también señala a los medios de comunicación, que cree que han informado de la ley sin conocerla.
Carga contra el PSOE
El político también aprovecha la oportunidad para criticar a sus todavía socios de gobierno. Cree que la ley no ha podido ir más lejos «porque el PSOE se alió con el PP, Vox y Ciudadanos en la tramitación parlamentaria para evitar que fuera una ley de máximos».
En cuanto a qué ocurrirá si la cartera de Derechos Sociales recae a partir de ahora en manos de los socialistas, García Torres cree que se ha evitado «el mayor riesgo», que no era otro que la posibilidad de que hubiera un Gobierno «de derecha y ultraderecha» porque iban a plantear «la derogación de la ley de forma casi total».
Sobre la norma en sí, su autor saca pecho y opina que ha dejado a España en una «posición muy privilegiada y no lo digo yo, sino que lo dicen los expertos en la materia». Añade que varios países de la Unión Europea y de América Latina «nos miran como referencia para exportar la ley».