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El ministro de Sanidad, José MiñonesEuropa Press

Presidencia española

España quiere tramitar durante su presidencia en la UE el Tratado de Pandemias

Quedan apenas dos meses y prefiere centrarse en los proyectos legislativos más avanzados

El ministro español de Sanidad en funciones, José Manuel Miñones, ha comunicado este lunes las prioridades sanitarias de la presidencia española del Consejo de la UE y no habrá tiempo para avanzar como se esperaba en la reforma de la legislación farmacéutica.

El equipo de trabajo prefiere centrarse en dar salida a los expedientes legislativos más avanzados. Sobre la mesa está la creación de un Espacio Europeo de Datos Sanitarios o el reglamento sobre seguridad para todas las sustancias de origen humano (SoHO). Este último ha generado gran polémica al igualar todas las sustancias de origen humano.

Miñones agregó que también se dará importancia al área de la salud mental, la conclusión de un Tratado de Pandemias -algo que también se está moviendo en paralelo desde hace años en Naciones Unidas- y el convenio marco para el control del tabaco.

En relación con la gran reforma de la legislación farmacéutica, la primera de calado en la UE en dos décadas, el titular español ha señalado que se trata de un expediente «de los más complejos» porque «implica armonizar la visión industrial, el derecho de acceso a los medicamentos y a la seguridad farmacéutica».

El Consejo ahora está en fase de estudio técnico. «Nos gustaría avanzar mucho más rápido en todos ellos», pero «debe ser un trabajo serio y riguroso» en relación con la «complejidad de los asuntos», ha señalado Miñones.

Se pretende que el paquete de medidas aborde el problema de desabastecimiento de medicinas, uno de los temas por los que preguntaron los eurodiputados, porque es un asunto «de naturaleza estructural y debe tratarse a largo plazo». Lo acontecido durante la pandemia esperan que no se repita.

Esto se ha traducido en iniciativas como la creación de un organismo de respuesta rápida ante emergencias, HERA, u otorgando más poder y recursos al Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) y la Agencia Europa de los Medicamentos (EMA).