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MANUEL MARTÍNEZ-SELLÉS

Ocho apellidos españoles

Aunque la legislación española no permite las gestaciones subrogadas o vientres de alquiler, sí se admite que se contraten estos «servicios» en otros países

Cuando nace un niño lo tradicional es que se le pongan dos apellidos, de la madre y padre biológicos, que suelen ser también los legales. ¿Qué pasa si se ha usado un donante de semen? Pues que ya tendríamos tres progenitores.

Aunque en España se sigue permitiendo la donación anónima, muchos países europeos ya hacen prevalecer el derecho a conocer los padres biológicos. Cuando la esterilidad es de ambos se puede usar, además de donante de esperma, donante de óvulos. El niño tendría dos progenitores legales y dos biológicos.

La cosa se puede complicar más, como han mostrado casos mediáticos recientes. Aunque la legislación española no permite las gestaciones subrogadas o vientres de alquiler, sí se admite que se contraten estos «servicios» en otros países, por lo que a los dos progenitores legales y a los dos biológicos habría que añadir un quinto, la mujer que queda embarazada durante los nueve meses.

Pero sigamos, recientemente se usaba en España (y en Europa) por primera vez un dispositivo que posibilita que la fecundación y las primeras etapas del desarrollo embrionario ocurran dentro del cuerpo de una mujer y el resto del embarazo dentro del útero de otra.

Potencialmente, se podrían tener dos madres de alquiler. Hay una vuelta de tuerca más, algunos países, como Reino Unido, ya permiten crear un óvulo mixto generado a partir de dos óvulos de dos madres biológicas, de uno de ellos se usaría solo el núcleo (que contiene la mayoría de la información genética) y del otro el resto de la célula (incluyendo citoplasma y las mitocondrias, orgánulos encargados de la producción de la energía). Por si ya se han perdido, vamos por siete progenitores, padre y madre legales, padre biológico, madre biológica 1, madre biológica 2, madre vientre de alquiler 1 y madre vientre de alquiler 2.

Está claro que este niño no lo tendría fácil si va a su pueblo y le preguntan ¿y tú de quién eres? Me temo que la octava posibilidad es aún más asustadora, se trataría de que el niño solo tuviera un progenitor. La tecnología para lograr clonaciones humanas ya existe. El año pasado, la secta canadiense de los raelianos anunció el nacimiento del primer ser humano clonado gracias a los servicios de la empresa Clonaid.

Aunque no hay pruebas de todo ello, el usar una forma de reproducción asexuada, propia de organismos unicelulares inferiores, añade un plus de gravedad a todo lo anterior. Termino con dos mensajes. Primero, creo que, como sociedad, urge que nos paremos y reflexionemos. No todo lo que es técnicamente posible o factible es éticamente aceptable. Segundo, todos estos embriones, independientemente de cómo se hayan obtenido, merecen, como cualquier ser humano, el máximo respeto y la máxima protección.

  • Manuel Martínez-Sellés es presidente del Colegio de Médicos de Madrid