Todo lo que no se sabe de la tos crónica: «Debe considerarse una enfermedad»

Posiblemente, aunque la tengas, nunca hayas oído hablar de la tos crónica, aquella que dura más de ocho semanas y no se le ha dado la importancia que merece bien por parecer común o por ser «solo un pequeño síntoma» de alguna enfermedad. Sin embargo, siempre tiene una causa concreta.

De hecho, para tratar de solventar este reflejo, a partir de 2024 saldrá el primer fármaco, para el que hará falta una prescripción médica de neumólogos expertos.

Esto es una buena noticia, ya que las personas que padecen tos que persiste más allá de las ocho semanas deberán consultar a su médico de cabecera para que realice el estudio inicial de la tos crónica y, si persiste, a pesar de haberle realizado los estudios básicos, valore la posibilidad de ser derivado al neumólogo para completar el estudio.

Por este motivo, es necesario que exista una comunicación clara entre los expertos y los pacientes. Si esta actuación se lleva a cabo, se fomentará el uso de «protocolos y circuitos de derivación entre profesionales», fomentando un abordaje multidisciplinar de estos pacientes, informa la doctora Astrid Crespo, médica adjunta del Servicio de Neumología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, de Barcelona.

La tos y su prevalencia

La tos es un síntoma muy común de muchas enfermedades respiratorias. La tos crónica es aquella que dura más de ocho semanas, a diferencia de la tos característica de un resfriado, que suele durar de cuatro a seis semanas, como mucho. Un reciente estudio, de muestra transversal, ha demostrado que la prevalencia de la tos crónica es del 5,5 % en la población de España.

Tos crónica, por diagnóstico de exclusión

Para el diagnóstico de la tos crónica no existe una prueba diagnóstica específica. Se hace tras descartar diferentes causas con una batería de pruebas diagnósticas (diagnóstico de exclusión) que debe involucrar a diferentes especialistas y niveles asistenciales.

Estas pruebas difieren en función de la edad del paciente. En pacientes más jóvenes, se deben descartar la alergia, la rinitis o el asma como causas de la tos crónica. En pacientes mayores, se tiene que comprobar que la tos no esté asociada a causas como el reflujo gastroesofágico o la toma de antihipertensivos (en particular, los IECAS), lo que es bastante común.

Otras causas de la tos crónica pueden ser el tabaquismo y otras patologías directamente relacionadas con este, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), pues estas –y especialmente la bronquitis crónica– pueden producir tos.

Pero la causa más frecuente de la tos crónica es la patología posinfecciosa. Un ejemplo es el de la covid, puesto que hay un subgrupo de pacientes afectados por esta infección que padecen coronavirus persistente, que son aquellos que llevan más de ocho semanas tosiendo y, por tanto, tendrían tos crónica. Esta tos posterior a la infección por la covid no sería contagiosa, pero serológicamente el paciente no habría eliminado del todo el virus.

De síntoma a enfermedad tratable

«La tos tiene un impacto muy significativo en la calidad de vida del paciente que la padece y de su entorno familiar y no se tiene conciencia de ello», destaca la doctora Crespo. Actualmente, se desconoce cuántos recursos sanitarios se están destinando a atender este trastorno.

La tos crónica es un síntoma, cuando debe considerarse una enfermedad

Tradicionalmente, se ha considerado que la tos crónica es un síntoma, cuando debe considerarse una enfermedad y su manejo es heterogéneo y debe ser multidisciplinar y abordarse desde distintos niveles asistenciales.

En la actualidad, no hay fármacos específicos con indicación para la tos crónica; los que se utilizan tienen baja eficacia y efectos secundarios porque actúan a nivel del sistema nervioso central. En los últimos 5-10 años se han desarrollado fármacos específicos para los pacientes con tos crónica.

Dentro de estos nuevos fármacos, hay que destacar los antagonistas de los receptores P2X3, que a diferencia de los tratamientos existentes hasta la fecha para la tos crónica, que tienen efectos centrales y no van dirigidos al reflejo de la tos, actúan sobre nuevas vías periféricas que inhiben el reflejo de la tos a través de un mecanismo que inhibe la activación de los canales de ATP, presentes en los nervios periféricos.

El primer fármaco con una indicación exclusiva para la tos crónica estará disponible en 2024. Este fármaco ha obtenido una respuesta de más de un 75 % en ensayos clínicos de fase II y III, probablemente estará indicado tanto para la tos crónica refractaria (tos que persiste a pesar del tratamiento de las enfermedades crónicas subyacentes) y la tos crónica idiopática (en la que no se ha identificado una causa subyacente después de un diagnóstico exhaustivo).

Este nuevo fármaco probablemente será de administración hospitalaria y es probable que sólo lo puedan prescribir neumólogos especialistas en tos crónica.

Estratificación y manejo de la tos crónica

Actualmente, no existen herramientas para medir la gravedad de la tos en la práctica clínica. Por ello, en Cataluña, la Sociedad Catalana de Neumología (SOCAP) está trabajando en un proyecto para unificar los criterios de estratificación de la tos crónica, de modo que ésta se pueda estratificar en diferentes grados de gravedad (leve, moderada y grave).

Los facultativos, insiste la doctora Crespo, deben valorar y consensuar cuándo hay que derivar un paciente a un experto en este tema y aumentar el interés en esta patología, dándole «la importancia que tiene», por la afectación que tiene en la calidad de vida del paciente.

Por otro lado, se está trabajando en otro algoritmo para unificar criterios de derivación al especialista, cuyo objetivo es determinar en qué casos y cuándo hay que derivar a los pacientes desde la atención primaria (AP) al neumólogo y cuándo el paciente ha de retornar, desde el neumólogo, al médico de AP.

Asimismo, se está trabajando para unificar los criterios en Cataluña e implicar a distintas especialidades en el manejo mutidisciplinar de la tos crónica: especialistas de digestivo, alergólogos y neumólogos.

En el ámbito de la investigación, se está trabajando en el estudio de enfermedades que se manifiestan en una edad tardía y que podrían aparecer con tos crónica hasta 40 años antes.