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Relevo en el ministerio

Irene Montero lamenta que «Sánchez nos ha echado» entre aplausos de sus fieles de Igualdad

Se marcha del ministerio aconsejando a su sustituta, Ana Redondo, que tenga valentía para «enfrentarse» a «los hombres amigos de 40 y 50 años» del presidente del Gobierno

Irene Montero ha traspasado la cartera de Igualdad a su sustituta, Ana Redondo, pero lo ha hecho 'matando'. La ya ex ministra de Igualdad ha aprovechado el acto de traspaso de carteras para mostrar su dolor indisimulado al recriminar al presidente Sánchez «que les eche» del Ejecutivo, entre aplausos y vítores de sus fieles, que presenciaban la escena.

Montero se ha permitido aconsejar en su discurso a su sustituta «que tenga valentía» para «incomodar» a los hombres amigos «de 40 y 50 años» del presidente del Gobierno, aunque sin especificar a quienes se refería.

«Hoy Pedro Sánchez nos echa de este Gobierno, precisamente por haber hecho lo que le dijimos que haríamos: poner las instituciones al servicio del avance del feminismo».

Mitin para sus 'groupies'

La ya exministra, ataviada con una camiseta en la que se leía el lema 'Confía, coño', ha utilizado el atril y los micrófonos para volver a confeccionar un mitin político, tan solo interrumpido por los constantes aplausos de sus 'groupies' de Igualdad, muchos de los cuales se verán obligados a salir del edificio junto a ella.

Montero ha empezado su despedida con un recuerdo para todos ellos: «Quiero empezar haciendo un agradecimiento sincero a todas las compañeras con las que hemos formado un equipo estos cuatro años. A todos y todas, muchas gracias».

Acto seguido, se ha dirigido a la nueva ministra de Igualdad, que esperaba para intervenir: "Aquí tienes un equipo de profesionales del más alto nivel. Hemos sido un equipo y pocas cosas me honran más de poder trabajar junto a vosotros y vosotras. Habéis hecho militancia feminista desde el Gobierno de España. Todas vosotras, honestas, valientes y feministas. El feminismo lo está cambiando todo con un poderoso movimiento popular con preguntas nuevas y hasta ahora invisibles. Lo que hasta ahora era normal ya no lo es, como un beso no consentido, que ahora es violencia sexual. Poder decir todes era motivo de burla y desprecio, y ahora es una responsabilidad institucional de reconocimiento de realidades no ‘binaries’.

Sus últimas palabras ya como ministra no podían ir en otros términos que no fueran estos: «Que nada nos sujete, que la libertad sea nuestra propia sustancia. España ya ha cambiado, España ya es otra, y no vamos a parar hasta que la dignidad sea ya costumbre. ¡Que viva la furia trans y el orgullo LGTBI!. Es maravilloso ser como nosotras. ¡Qué viva la lucha de las mujeres!», cerró su intervención entre una audiencia enfervorecida que la vitoreaba.

Su sustituta, más comedida

En sus primeras palabras, Redondo ha hecho gala de lo que se barrunta de ella: un perfil más técnico y menos combativo que el de su predecesora, y menos predisposición a entrar en tantas guerras: «Estoy contenta de asumir esta responsabilidad. La igualdad tiene muchas dificultades por delante. Mi agradecimiento profundo a Irene Montero y a su equipo y por el esfuerzo sostenido en el tiempo. Ese esfuerzo se ha visto en importantes avances, dando voz a colectivos discriminados».

La nueva ministra de Igualdad avanzó parte de sus objetivos en el cargo: «Nuestro compromiso pasa por ampliar el permiso de nacimiento por hija o hijo hasta las 20 semanas, y universalizar la educación pública desde los dos años, extendiendo a las familias monoparentales con dos hijos o hijas la protección de la que hoy gozan las familias numerosas», avisó. «Promoveremos un pacto de Estado en defensa de las personas LBTBI y seguiremos luchando sin cuartel contra la lacra de la violencia de género».