Tezanos miente diciendo en el CIS que El Debate tiene cero lectores, pero lo lee e incluso llama para quejarse

El CIS de Tezanos no solo manipula con la información electoral para favorecer al PSOE (y otras opciones de izquierdas, como se vio con Podemos y ahora con Sumar). También lo hace en otros campos, por ejemplo en su medición de las audiencias de los periódicos españoles. En sus estudios da un 0 % de lectores a El Debate, al igual que hace con otros medios como Voz Pópuli, The Objective o Huffington Post, franquicia de Prisa en España de un portal de izquierdas estadounidense.

La encuesta del CIS acredita un nulo rigor a la hora de medir las audiencias de los periódicos. Según los datos censales de Google Analytics, certificados por OJD, El Debate ha logrado el pasado mes 11,6 millones de navegadores únicos. Por su parte, el panel de GfK, medidor oficial del consumo digital en España, concede a este periódico 6,7 millones de lectores al mes, según su último estudio. Cualquiera de esas cifras convierte en absurda la apreciación del instituto que dirige Tezanos, que sostiene que El Debate no tiene ningún lector. De hecho, se trata del medio digital que ha protagonizado un despegue de audiencia más rápido en España.

El propio José Félix Tezanos es consciente del alcance de El Debate, pues en dos ocasiones se ha dirigido al director de Opinión del periódico, Ramón Pérez-Maura, para quejarse de nuestras noticias y artículos.

El pasado 4 de agosto, Tezanos le envió un mensaje telefónico en estos términos: «Tu artículo de hoy (y verás que te leo) tiene varios errores que creo que se deben a que tienes poca información sobre lo que hace el CIS. Además, ten en cuenta que lo que comentas no es la encuesta poselectoral, que aún no se ha hecho. Sobre las muestras del CIS, incluso para el voto por correo, son muy superiores a las de otras encuestadoras».

El sociólogo José Félix Tezanos, de 77 años, formaba parte del Comité Federal del PSOE cuando fue nombrado presidente del CIS por Sánchez. Al frente de instituto público ha practicado un polémico partidismo a favor del PSOE, costeado con fondos públicos. Sistemáticamente, sus encuestas han inflado los resultados de los socialistas y rebajado los de la oposición de derechas.