La miopía en adolescentes se dispara en cinco años: uno de cada tres ya tiene problemas de visión
El uso prematuro y excesivo de las pantallas se perfila como la principal causa
La miopía magna (más de 6 dioptrías) ha pasado de afectar al 1,3 por ciento de los adolescentes al 8,2 por ciento en solo cinco años, según se refleja en el informe El estado de la salud visual de los adolescentes en España, presentado este miércoles por la asociación Visión y Vida, Fundación Mapfre y Correos Express relizado en jóvenes de 12 a 18 años.
La evolución miópica también ha aumentado. De media, en estos cinco años transcurridos desde 2017, a estos adolescentes les ha aumentado su graduación en dos dioptrías.
Todo esto en un contexto en el que, según sus respuestas, uno de cada tres jóvenes (29,6 %) de entre 12 y 18 años ya es miope. Además, según sus respuestas, a la mitad (51,9%) le ha cambiado la graduación en el último año. «La pandemia de la miopía afecta cada vez más a las nuevas generaciones y, si no se hace nada para frenar su desarrollo, puede generar un alto coste social», explica Salvador Alsina, presidente de Visión y Vida.
El estudio, presentado en la sede de Fundación Mapfre, nace de los resultados obtenidos en las pruebas de screening de la campaña 'Ver la vida en 4K' (4.420 tests válidos), unido a un informe poblacional de un test autorrespondido por 3.688 jóvenes de 12 a 18 años y un análisis de 763 miopes que acudieron a su óptica en 2022 y en 2017, lo que permite comprobar cuál es la progresión de su miopía.
Evolución miópica 2017-2022
Esta alarma se constata cuando se analiza el grado miópico de los jóvenes. Mientras que en 2017 solo había 1,4 % (ojo derecho) y 1,2 % (ojo izquierdo) de miopes con más de seis dioptrías, en 2022 la cifra asciende a 8,5 % (OD) y 7,9 % (OI).
Además, mientras que, en 2017, siete de cada diez tenían -2 dioptrías o menos, en 2022 se reduce a solo uno de cada cuatro. En cambio, el número de miopes con miopías de entre -2,25 y -4,00 pasa del 22,5 % (OD)-26,9 % (OI) al 41,5 % (OD)- 39,6 % (OI). En el caso de aquellos que tenían entre -4,25 y -6 (5,1 % OD y 6,6 % OI) aumentan hasta el 24,5 % (OD) y 25,2 % (OI).
«Estamos observando un desplazamiento generalizado de los valores hacia las dioptrías más altas», explica Elisenda Ibáñez, coordinadora del estudio. Es decir, analizando las dioptrías promedio, en estos cinco años ha aumentado casi dos dioptrías la miopía de estos jóvenes –de las -1,50 dioptrías de 2017 a las -3,4 dpt actuales–, añade Ibáñez. En cuanto a la miopía magna, ha indicado que el 10 % de los miopes con más de 15 dioptrías, según indican los datos, terminarán en ceguera y el 60 % de los desprendimientos de retina se producen entre miopes magnos.
Sintomatología
Este estudio explica que la mitad de los jóvenes (55,4% autotest-49,6% screening) cree que ve mal o que podría ver mejor. Además, una gran cantidad de menores perciben mucha sintomatología de problema visual.
«En el auto-test confiesan mayores problemas que ante el profesional, algo normal si entendemos que no está condicionado ante su opinión», explica Alsina. Algunos de los ejemplos serían que entre el 37,1 y el 45,3 por ciento manifiesta ver doble la pizarra, el 25,1-20,3 por ciento ve mejor si se tapa un ojo; entre el 34,8-47,2 por ciento entrecierra los ojos para ver mejor, o el 41,3-40,3 por ciento tiene sequedad ocular cuando usa las pantallas.
«Este auto-test buscaba hacer consciente al menor de sus problemas visuales, situándolo –según las respuestas aportadas– entre el grupo 1 (con vista de lince) al grupo 4 (con necesidad de revisión urgente). La mayoría están en los grupos 2 y 3 –35,1 % y 34,9 %, respectivamente– y se ha comprobado que, cuanto peor era el grupo al que pertenecían, la sintomatología de problema visual era mayor», ha añadido Alsina. Según los resultados, uno de cada diez jóvenes (11,7 %) tiene grandes problemas de visión que podrían generar importantes consecuencias si no se toman medidas.
Comparativa por comunidades
En este informe se han podido extraer conclusiones de Cataluña, Murcia, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía, Galicia, Aragón y Comunidad de Madrid debido a su alta representatividad en la muestra.
Siendo la media española de aquellos menores que creen que ven mal del 55,4 por ciento, el estudio muestra cómo la superan Cataluña (con un 60,9 %), Comunidad Valenciana (56,1 %) y Andalucía (55,7 %) y se quedan por debajo la Comunidad de Madrid (55,1 %), Castilla-La Mancha (53,4 %), Murcia (52,5 %), Castilla y León (52,2 %), Aragón (52,1 %) o Galicia (50,1 %).
Entre estos jóvenes de 12 a 18 años, tres de cada diez (36,2 %) necesitan gafas o lentes de contacto para ver bien. Del mismo modo, Castilla-La Mancha supera la media con un 41,7 por ciento, seguida de la Comunidad de Madrid (37 %), Aragón (36,9 %), Cataluña (36,2 %) y, por debajo, la Comunidad Valenciana (36 %), Andalucía (36 %), Murcia (34,8 %), Galicia (32,1 %) y Castilla y León (30,9 %).
Por último, preguntados por si tienen miopía, mientras que el promedio de miopes entre 12 y 18 años en España es de 29,6 %, de nuevo, Murcia (29,8 %), Cataluña (30 %), Comunidad Valenciana (31,6 %), Castilla-La Mancha (31,9 %) y Andalucía (32,2 %) la superan en prevalencia. Por debajo se quedan la Comunidad de Madrid (29,4 %), Castilla y León (27,2 %), Galicia (26,4 %) y Aragón (25,8 %).
Miopía y pantallas
Dado que la evolución miópica actual deriva del estilo de vida, el uso de las pantallas es uno de los factores a analizar. Al respecto, casi siete de cada diez adolescentes usa el móvil antes de acostarse.
«Debemos tener en cuenta que hasta los siete años del menor no hay un tiempo recomendable para el uso de pantallas en lo que se refiere a salud visual: su sistema no está desarrollado para enfrentarse a ello y lo mejor es limitar su uso hasta pasada esa edad», ha advertido Lluís Bielsa, vicepresidente de Visión y Vida.
La semana pasada, la 54ª edición del Congreso de la Sociedad Catalana de Oftalmología en Barcelona llamó la atención sobre esta «pandemia», emplazando a reducir los tiempos de visualización de pantallas y a aplicar métodos que pueden ayudar a prevenir problemas de pérdida de visión.