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Doctor y pacientePexels

La lucha por la vida

La mujer enferma de esclerosis, cuya madre impidió su eutanasia, solicita posponerla indefinidamente

Belén ha tomado la decisión semanas después de que su progenitora no abriese la puerta a los sanitarios que fueron a buscarla a casa para practicarle la eutanasia

Belén, la mujer de 54 años de Santiago de Compostela que está enferma de esclerosis múltiple y cuya madre impidió su eutanasia, al no abrir la puerta de su casa a los sanitarios, ha solicitado ante la Xunta de Galicia posponer indefinidamente dicho procedimiento.

Según ha informado Abogados Cristianos en un comunicado, esta mujer ha presentado un acta notarial ante la Consejería de Sanidad del Ejecutivo gallego, donde se comunica esta decisión.

La enferma ha tomado la decisión semanas después de que su madre no abriese la puerta a los sanitarios que fueron a buscarla a casa el pasado día 2 de noviembre para practicarle la eutanasia y después de que el Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago archivase la denuncia que interpuso la fundación Abogados Cristianos por orden de la madre que pretendía paralizarla

El Servicio Gallego de Salud (Sergas) recibió a mediados de noviembre la confirmación del sobreseimiento del caso por parte de la Fiscalía compostelana, lo que permitía continuar con el procedimiento de acuerdo con lo establecido en la Ley 3/2021 que regula el derecho de los ciudadanos a poner fin a sus vidas sin sufrimiento.

Para la presidenta de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos, «el caso de Belén es una muestra más de cómo están fallando los protocolos de la eutanasia». «Estamos abocando a personas con problemas a quitarse la vida sin ofrecerles alternativa. Es necesario que las Consejerías de Sanidad revisen estos protocolos y establezcan un tratamiento psicológico obligatorio como paso previo a practicar la eutanasia», ha explicado.

El papel de su madre

La madre de Belén, a la que diagnosticaron siendo joven esclerosis múltiple, hizo prevalecer su criterio, contrario a que le aplicaran la eutanasia a su hija, frente al de la propia paciente, y que estaba prevista hace unas semanas.

Cuando los facultativos del Sergas se presentaron en su domicilio, con la orden de practicar la eutanasia tras la Comisión de Garantía y Evaluación, ella se negó a abrirles la puerta, pese a las peticiones de su hija.

Tras este episodio, recurrió a la Fundación Española de Abogados Cristianos para solicitar al juzgado que impidieran que su hija fuera eutanasiada, ya que entendía que no se cumplían los requisitos para que se le aplicara, a pesar de que era la propia paciente la que la había solicitado.

La organización solicitó al juzgado medidas cautelares, en el marco de una denuncia contra el Hospital Universitario de Santiago. La entidad entendía que no se cumplían los requisitos cuestionando, según lo dicho por la madre, que tenga «dolores insoportables» como, han asegurado a Europa Press, tal y como sostiene el informe de la citada comisión para avalar el procedimiento.