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El alcalde de Vigo, Abel Caballero, da el pistoletazo de salida a la NavidadEFE

Ruido, aglomeraciones y atascos: la cara B de las navidades de Vigo

Los vecinos denuncian que los altavoces superan los 75 decibelios y alertan de que los servicios de emergencias no pueden hacer su trabajo como consecuencia de las caravanas

Se ha convertido en uno de los iconos de la Navidad en España. La ciudad pontevedresa de Vigo se ha llenado ya de luces, mercadillos, atracciones y demás elementos, que continuarán en activo hasta después de Reyes. Una iniciativa que su alcalde, el socialista Abel Caballero, lleva fomentando desde hace años con la intención de atraer el turismo de todas partes del país, así como de la cercana Portugal.

Según el consistorio vigués, por el gigantesco árbol de luces led situado en pleno centro urbano pasaron el año pasado más de cinco millones de personas, una cifra que equivale a cerca de 17 veces el censo de Vigo. Unos números que desde la oposición –tanto PP, como BNG– ven desproporcionados y dudan de que el impacto en la ciudad sea tan positivo como se quiere hacer ver.

Pese a la repercusión que ha tenido Vigo gracias a su espectáculo navideño, los vecinos comienzan a estar hartos de todo lo que ello acarrea: ruido, aglomeraciones, basura y atascos, ente otras cosas.

Desde la Asociación de Vecinos de la Zona Centro denuncian que la música este domingo superaba los 75 decibelios, algo que se sumó a las aglomeraciones del fin de semana causadas por el hecho de que el viernes era festivo en Portugal por su Día de la Independencia, por lo que muchos habitantes del país vecino decidieron acudir a la ciudad gallega.

Una situación que, según las asociaciones vecinales, no solo generan molestias, sino que ponen en peligro la vida de los ciudadanos al dificultar el paso de los vehículos de emergencias. Según La Voz de Galicia, la Policía Local recibió quejas este primer fin de semana de diciembre debido a la multitud de coches mal aparcados encima de las aceras ante la imposibilidad de lograr plaza en los parkings.

Algo a lo que hay que sumar los atascos. El pasado viernes hubo uno que provocó un colapso desde 4,5 kilómetros antes de llegar a la cuidad. Cientos de personas entre visitantes y residentes emplearon hasta dos horas en esa monumental caravana que sobrepasó a los agentes de policía locales y llenó todos los aparcamientos.

Árbol de Navidad gigante en VigoEFE

Desde el principal partido de la oposición (PP) se ha pedido al consistorio medidas para evitar los «atascos monumentales» que se produjeron el año pasado. El concejal Fernando G. Abeijón se ha preguntado «¿hasta cuándo van a seguir poniendo a prueba la paciencia de los vigueses?» y calificó de «estrepitoso fracaso» el Comité Especial de Navidad y el plan extraordinario de tráfico.

Para Abeijón es «inconcebible» que después de la «mala experiencia» del pasado año, no se hayan tomado medidas para evitar un «infierno de caos circulatorio». Así, se ha hecho eco de las quejas de varios vecinos que o bien «no tenían forma de acceder a sus garajes del centro o, para poder hacerlo, tenían que dar una vuelta enorme». «Es imposible que las ambulancias y los bomberos, que además siguen sin cubrir los efectivos mínimos, puedan actuar en condiciones normales y cumplir con los tiempos establecidos», ha señalado.

La Fiscalía pide poner límites

Esta guerra viene de lejos. Este pasado verano la Fiscalía intervino al adherirse al recurso de apelación interpuesto por una vecina contra la sentencia de primera instancia sobre los perjuicios de los ruidos ocasionados por las atracciones y actividades de la Navidad en Vigo. Pidió que se revocase dicha sentencia al considerar que, efectivamente, se vulneraron los derechos fundamentales de los vecinos, y las medidas adoptadas por el Ayuntamiento para minorar esas molestias no fueron eficaces.

Así, el Ministerio Público señaló que sí hubo una exposición continua a los ruidos, ya que las actividades de la Navidad se desarrollaron desde el 20 de noviembre de 2022 al 17 de enero de 2023, y no se puede hablar de una celebración «puntual».

En este contexto, la Fiscalía consideró «suficientemente acreditada la vulneración del derecho fundamental a la intimidad y a la inviolabilidad del domicilio». «Si bien es indiscutible la trascendencia de las fiestas navideñas de la ciudad de Vigo, no es menos cierto que el derecho a celebrar las mismas no puede ser un obstáculo para que los tribunales reconozcan la prevalencia del derecho al descanso, a la tranquilidad, al disfrute del domicilio como lugar ajeno a las inmisiones molestas, frente al derecho al ocio y a sus distintas manifestaciones».

Desde el Ministerio Fiscal se expone, por ende, que no se debe «acabar con las fiestas» pero sí «ponerles límites» para que perjudiquen lo menos posible a terceros, y dado que la contaminación acústica que generan «no puede ser justificada ni por su temporalidad, ni por su incardinación dentro de los múltiples festejos populares que se celebran en época navideña».