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La ministra de Sanidad, Mónica García, durante la sesión de Control al Gobierno celebrada este martes por el pleno del SenadoEFE

Mónica García contradice el programa de Sumar y dice que acabar con Muface no es su prioridad

La ministra de Sanidad argumenta que nunca ha hablado de ese modelo y que no es «ni detractora ni seguidora»

Con el nombramiento de Mónica García como nueva ministra de Sanidad muchos temieron que con ello se comenzasen a llevar a cabo las propuestas sanitarias que Sumar llevaba en su programa electoral. Una de ellas afectaba directamente a los trabajadores públicos integrados en Muface, Mugeju e Isfas, las tres mutualidades que agrupan a funcionarios, cuerpo judicial y fuerzas armadas, respectivamente.

Sin embargo, unas semanas después de que García asumiera la cartera de Sanidad ha hablado claro al respecto. En una entrevista concedida a la Cadena Ser, la que fuera candidata de Más Madrid a presidir la comunidad ha zanjado la polémica alegando que tiene «otras prioridades» antes que tocar Muface.

«Nunca he hablado de Muface. Tiene grandes detractores y seguidores. Yo no estoy en ninguno de los dos. Ahora mismo mi prioridad es la atención primaria, la salud mental, los profesionales, recuperar el orgullo de nuestra sanidad pública, adaptarla al siglo XXI y ensancharla», ha remarcado en Hora 25.

Esto contradice el programa del partido por el que se presentó a las elecciones, que en su punto 14 dentro del epígrafe «derecho a la salud» especificaba que la formación apuesta por la «inclusión, dentro de la cobertura sanitaria universal, de las personas que reciben actualmente prestación sanitaria bajo mutuas de prestación sanitaria privada (Muface, Mugeju, Isfas)».

En el documento con el que se presentaron a los comicios del 23-J proponen integrar a dicha población «de forma paulatina, escalonada y programada, bajo la prestación sanitaria del sistema sanitario público». Además, en ese mismo punto se menciona la eliminación de la posibilidad de que las entidades locales realicen aseguramientos privados colectivos para sus empleados públicos.

Esta intención de aparcar la demolición de Muface supone un suspiro para los funcionarios y para el propio sistema de salud, ya que los expertos aseguraban que este no podría aguantar la asunción de los más de dos millones de servidores públicos que asisten normalmente a la sanidad privada.

Juanjo San Miguel, director de comunicación de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), comentó a El Debate que va a defender el modelo de mutualismo administrativo: «Nos opondremos a cualquier movimiento que suponga un ataque a este modelo que beneficia a cerca de dos millones de personas». Además, advierte de que si este modelo se eliminara, el SNS «colapsaría y peligraría la atención de muchos colectivos, como por ejemplo los que residen en la España rural».