Japón
Muere a los 116 años la segunda mujer más anciana del mundo
Su familia atribuye una de las causas de su longevidad al duro trabajo físico que llevó a cabo durante décadas
Fusa Tatsumi, la persona más anciana de Japón y la segunda mujer más longeva del mundo, murió este martes a los 116 años, anunciaron las autoridades de Kashiwara, la ciudad nipona donde residía.
Nacida en 1907, Tatsumi fue agricultora y nunca había padecido una lesión o enfermedad grave a excepción de una fractura de fémur que sufrió siendo aún septuagenaria. De hecho, la mujer gozó de tan buena salud que pudo vivir en su casa hasta los 106 años, cuando se trasladó a una residencia de mayores.
Con una dieta estrictamente basada en verduras, pescado y una pequeña cantidad de carne, bebía un litro de agua al día y procuraba tener siempre una botella y un vaso en su mesilla de noche. Según han revelado sus cuidadores, Tatsumi falleció tras comer su dulce favorito, una gelatina a base de pasta de frijoles llamada mizu yokan. En total, ingería tres comidas al día.
Madre de tres hijos, su familia atribuyó su longevidad al duro trabajo físico que realizó durante décadas cargando cestas de fruta a la espalda. También era aficionada a la floricultura, actividad durante la que se fracturó el fémur hace ya más de 35 años.
«Aún recuerdo lo saludable que era la señora Fusa Tatsumi. Rezo por su alma», dijo el gobernador de Osaka, Hirofumi Yoshimura, al trasladar sus condolencias a la familia y recordar una fiesta que se celebró en honor a su longevidad en septiembre. Según sus cuidadores, Tatsumi solía maquillarse sin ayuda y charlaba con el personal de la residencia hasta hace pocos años.
La fallecida había heredado el título de persona más anciana de Japón tras la muerte de Kane Tanaka a los 119 años en 2022.
Con más de 90.000 centenarios, el país asiático es el más longevo del mundo.