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Caja de Ozempic sujetada por un farmacéutico

Miles de farmacias, con lista de espera ante la falta de medicamentos para diabéticos

La promoción irregular del medicamento Ozempic, iniciada por rostros famosos como Kim Kardashian con fines adelgazantes, ha provocado una grave crisis a nivel mundial

La comunidad médica, las oficinas de farmacia y los pacientes se enfrentan a una grave crisis debido a la aguda escasez de Ozempic (semaglutida), un medicamento esencial en el tratamiento de la diabetes tipo 2.

En los últimos meses, la situación se ha agravado considerablemente y se prevé que el cierre de este último trimestre sea el peor del año en cuanto a la disponibilidad de este fármaco. Según aseguran desde LUDA Partners, la primera y única red digital de farmacias que se dedica a hacer frente al desabastecimiento de medicamentos en España, en los dos últimos meses, las búsquedas en su herramienta tecnológica han aumentado un 98 % respecto a las semanas posteriores al verano.

En este sentido, las farmacias de todo el país están experimentando un preocupante desabastecimiento de Ozempic, lo que ha llevado a un panorama muy pocas veces visto hasta ahora: listas de espera para los pacientes que necesitan este medicamento para mantener bajo control su diabetes. «Es cierto que tenemos muchos pacientes esperando a que nos lleguen nuevas unidades de Ozempic. Intentamos dispensarlo poco a poco, según va llegando, pero llevamos varias semanas en las que apenas hemos recibido y nos cuesta mucho dar una respuesta a nuestros pacientes. Hace un tiempo también sufrimos una situación similar con la vacuna Bexsero, que era muy difícil de conseguir», comenta Teresa López, farmacéutica en la Farmacia Castellana 100 de Madrid.

De este modo, el impacto de esta escasez se ha hecho sentir entre los propios pacientes diabéticos, quienes se encuentran en una situación de incertidumbre y preocupación por la falta de acceso a un tratamiento que controla de manera eficaz los niveles de glucosa en sangre y reduce el riesgo de complicaciones cardiovasculares.

El testimonio de las miles de farmacias que forman parte de la red de farmacias LUDA refleja la frustración que enfrentan a diario al no poder dispensar el medicamento a aquellos que lo necesitan. «Anteriormente, ya hemos tenido esta situación en varias ocasiones, sobre todo, con otros medicamentos como Caverject. Sin embargo, los pacientes diabéticos están muy enfadados ante esta situación porque no les podemos dar un buen servicio, pero al final no es problema nuestro, sino a nivel global y del Ministerio de Sanidad», agrega Montse Selva, farmacéutica en la Farmacia Helena San Martí de Barcelona.

Del mismo modo, Álvaro Maza, farmacéutico de la Farmacia Marín 12h en Sevilla, incide en que «los pacientes vienen continuamente a la farmacia preguntando por este medicamento y están muy preocupados, sobre todo, porque no saben si van a poder continuar con el tratamiento que les ha pautado su médico. Además, algunos de ellos nos han comentado que en los próximos meses está previsto que salga un medicamento similar, pero aún no tenemos constancia de ello desde las farmacias».

Ante este escenario, tanto profesionales de la salud, como autoridades farmacéuticas se encuentran buscando soluciones urgentes para intentar paliar la escasez y garantizar el acceso continuo a tratamientos esenciales para los pacientes diabéticos. Por su parte, desde el Ministerio de Sanidad piden que estos medicamentos se prescriban solo para uso autorizado, tratando de evitar así su desabastecimiento, pues análogos como Trulicity, Victoza o Fiasp también están presentando problemas de suministro.

La falta de Ozempic, en sus tres presentaciones diferentes, ha intensificado la presión en las farmacias y el sistema sanitario en su conjunto. Los pacientes se ven forzados a volver a consulta al no encontrar su medicación, sin garantías de poder llegar a tener un nuevo tratamiento pautado, que podría no resultar el más efectivo para sus necesidades médicas individuales.

Las farmacias colaboran

Aunque algunos medicamentos pueden tener sustitutos, si el médico ha prescrito una presentación concreta, los farmacéuticos, en muchos casos, no están autorizados a cambiar el medicamento del paciente por otro equivalente.

Por ello, si la farmacia no puede dispensar el medicamento debido a que presenta problemas de suministro, el paciente debe regresar al médico, informarle sobre la situación y que este le cambie la receta. Sin duda, todo un proceso tedioso y que se dilata en el tiempo incidiendo directamente en pacientes con afecciones graves y sobre el sistema sanitario, saturándolo aún más si cabe.

Es precisamente ante crisis como esta, cuando resulta tan necesaria la colaboración de las boticas a través de propuestas tecnológicas como la herramienta LUDA. Gracias a esta sencilla, pero eficaz solución, los pacientes pueden acudir a su farmacia de referencia y en caso de que existan problemas de suministro en este tipo de tratamientos, los farmacéuticos pueden localizar los medicamentos necesarios a través de una búsqueda inmediata en la herramienta LUDA y aportar una solución al instante.