El origen milenario de la cesta de Navidad

En Navidad, son muchas las personas que esperan recibir la cesta de Navidad, también conocida como «lote». En estas cestas navideñas se incluyen algunos productos, que pueden ser navideños o no, y son regalos que hacen las empresas a sus empleados.

Los orígenes de esta tradición no son modernos y se remontan al Imperio Romano. En la Antigua Roma los individuos de un rango socioeconómico inferior y que se encontraban desprotegidos se ponían bajo el patrocinio de un patronus, una persona de un rango socioeconómico superior, y pasaban a ser sus clientes. A cambio de su servicio, el patrón les ofrecía comida, vivienda, protección, entre otras cosas. Entre todos los clientes que podía tener una persona, no todos tenían el mismo nivel, y, por tanto, no todos recibían las mismas ofrendas y cuidados de su patrón. Por otro lado, para los patrones tener muchos clientes les otorgaba más prestigio.

Parte de las tareas del cliente era la salutatio matutina, en la que este debía madrugar para llegar a casa de su patrón para saludarlo. A cambio recibía comida, dinero o algún otro presente. Esta tradición se llamaba la sportula, y una vez el cliente recibía todo este se ponía a su disposición para lo que fuera que podría necesitar el patrón.

Existe una variante anglosajona de esta tradición y se celebra en todas las naciones del Commonwealth. Se llama el Boxing Day y surge como un día para dar regalos a los pobres, incluyendo los empleados del servicio doméstico de las clases nobles.

Esta tradición comenzó a popularizarse en España a finales del siglo XIX, en organismos estatales y administraciones públicas. No fue hasta mediados del siglo XX que la práctica comenzó a hacerse en el sector privado. Las empresas españolas daban a sus empleados productos tradicionalmente asociados a la navidad como los turrones, mazapán y polvorones. También se ha empezado a incluir embutidos como chorizos y jamón serrano, junto con otros alimentos como quesos, bombones e incluso algunas bebidas alcohólicas como vino y cava.

En la actualidad, muchas empresas optan por regalar otros productos que no necesariamente se asocian con las fechas. También, existen empresas que sortean grandes cantidades de comida e incluso dinero. Por ejemplo, una empresa sevillana sortea cada año casi 500 mil euros en premios. Algunos son una autocaravana, lingotes de oro, e incluso el pago de una hipoteca.