En Soria prefieren torreznos en vez de uvas para despedir el año
Se han repartido 1.500 raciones para aquellos que querían dar la bienvenida anticipada al año
Los que temen atragantarse con las uvas no serían capaces de despedir el año al estilo de Soria, donde en vez de comer una uva por campanada se meten un torrezno entre pecho y espalda. Por primera vez en la capital se han congregado miles de sorianos para dar la bienvenida anticipada al año nuevo, concretamente 1.500, el mismo número de raciones de torreznos que se han repartido.
Y si hubiese habido más raciones es probable que muchos más sorianos se sumasen a la celebración este sábado, porque se han agotado sin poder satisfacer a todos los presentes. El hecho de que no hayan llegado deja entrever que la cita gastronómica tendrá continuidad en los próximos años, ya que fue organizada para difundir la marca de calidad de este producto y sustituir con él a las tradicionales uvas.
Eso sí, el tamaño será más pequeño que los torreznos que se sirven habitualmente en los establecimientos hosteleros de Soria. Ante la imposibilidad de degustar doce torreznos enteros al son de las campanadas, las raciones se organizan en doce pequeños trozos, para que los participantes puedan tomarlos de una manera más sencilla.
Reunidos en la plaza Mariano Granados de la capital soriana, los asistentes han aprovechado las campanadas del mediodía para suplantar las que resonarán mañana a medianoche, y han disfrutado de las actividades paralelas, con música de varios grupos, organizadas por la Marca de Garantía Torrezno de Soria.