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Olivar en las afueras del pueblo andaluz de Caserias, cerca de JaénAFP

Los agricultores piden ayudas directas a los olivareros para compensar los efectos de la segunda cosecha escasa

Creen que la sequía y los conflictos internacionales que tensionan los mercados hacen necesarias esas subvenciones

el sector productor de aceituna para aceite de oliva es uno de los más castigados tanto por la sequía como por el encarecimiento de los precios. Por este motivo, Unión de Uniones considera «necesario» que este obtenga ayudas de Estado para compensar los efectos de una segunda cosecha escasa derivada de la sequía y agudizada por los efectos de los conflictos internacionales que tensionan los mercados, según informa en un comunicado.

Así lo ha transmitido la organización a través de una proposición no de ley (PNL), remitida a todos los Grupos Parlamentarios presentes en el Congreso, y así se lo ha demandado también a la administración central a través del Ministerio de Agricultura.

La organización agraria considera que las ayudas previstas por parte de algunas regiones, más específicamente Andalucía y Cataluña, no son suficientes para soportar la escasa producción y los elevados costes de producción, superiores en algunas zonas al 60 %.

«En este escenario de falta de producción, los incrementos en los precios de la aceituna en origen no son capaces de compensar el incremento desmedido en los costes de producción, además ya por segundo año consecutivo», ha indicado la organización.

Para Unión de Uniones, arbitrar ayudas directas, en especial en las zonas productivas de secano y olivar tradicional, así como en aquellas zonas con sequía hidrológica que no han podido contar con dotación de agua de riego, es «urgente» y permitiría sostener las rentas de este cultivo social.

«Las expectativas del año entrante fían el futuro a la llegada de lluvias antes de mitad de año, de no ser así, el problema en toda la cadena de valor del aceite de oliva tendrá tintes dramáticos», han advertido desde Unión de Uniones.

Los distintos operadores confirman también las menores producciones en otros países mediterráneos (Portugal, Grecia, Marruecos o Turquía), con fuertes y sostenidas subidas de los precios en los mercados finales.