Los mitos sobre la comida para perros que desmonta la OCU: ¿Se quedan ciegos si comen dulce?

Existen numerosas creencias en la cultura popular acerca de la alimentación de los perros. En una sociedad que está experimentando un fuerte ascenso de la población canina y en la que existen multitud de productos para estos animales, cabe desterrar alguno de esos mitos que en muchas ocasiones ha limitado a los dueños.

Estamos hablando de un sector que mueve millones, en concreto en el 2018 el sector de la alimentación de animales facturó más de 1.000 millones de euros en España. Es por todo ello que la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha querido aclarar muchas de las creencias generalizadas respecto a la comida de los perros.

En primer lugar abordan la convicción existente de que si los perros comen dulce o azúcar se quedan ciegos, que según ellos «no se corresponde con la realidad». Esto solo aplicaría cuando un perro es diabético, es decir, ya tiene un problema grave de producción de insulina que le impide metabolizar los azúcares con normalidad, ya que al tener un aporte extraordinario de azúcar su nivel de glucemia se elevará y eso puede facilitar la formación de cataratas que, a la larga pueden llevarle a perder la visión. La OCU aclara que si un perro no es diabético, todo este proceso no sucede y podrá comer un dulce, ya que no va a tener ese efecto.

Toda la vida se les dio de comer las sobras de la comida de las personas pero, ¿es malo continuar esta práctica? Según la OCU esta no es ni buena ni mala, pero si queremos que nuestro perro no tenga problemas nutricionales simplemente tenemos que prestar especial atención al tipo de alimento que le vamos a dar y la cantidad.

Si a un perro le damos jamón cocido, junto con arroz hervido, una cierta cantidad de carne magra de pollo, zanahorias, guisantes y aceite de girasol, puede ser una dieta adecuada y apetitosa, pero si le suministramos exclusivamente jamón cocido es una dieta muy desequilibrada e incompleta. Desde la organización recomiendan, en caso de darles comida de personas, que sean productos de origen proteico, pequeñas cantidades y no más de 5-7 % de la ración diaria, que se debe restar de su alimento habitual.

En cuanto a darles chuches o premios, existe el pensamiento de que es malo. Sin embargo, la mayoría de los premios y snacks de perros indican en su etiquetado qué cantidad diaria se puede dar al perro, en función de su tamaño, y suelen indicar que hay que retirar una parte equivalente de pienso para mantener una dieta adecuada. Por ello, indican que puedes darles premios, pero siempre en función de su tamaño y retirando la cantidad proporcional de alimento.

Carne cruda y piensos caros

Hay algunas dietas llamadas tipo BARF que abogan que para el perro es más natural comer principalmente carne cruda. Pero la realidad es que los perros llevan muchos siglos conviviendo con nosotros y consumiendo comida cruda, pero también cocinada, sobras, con lo que han pasado de ser eminentemente carnívoros a ser algo más omnívoros. Este tipo de alimentos crudos a base de carnes y algunas verduras y patatas o algún cereal están a la venta, pero los estudios de otras organizaciones de consumidores nos indican que son una fuente importante de patógenos, por lo que no nos parece buena idea darle carne cruda.

Otra afirmación muy escuchada es la de que los piensos más caros son siempre mejores. Lo cierto es que la variación de precio es muy importante, de 1,50 a más de 12 euros el kilo. La OCU afirma que, según un estudio que han desarrollado, no es cierto que sea mejor el pienso más caro: hay una cierta relación calidad/precio, pero es posible encontrar piensos de gran calidad a buen precio. Conviene fijarse bien porque la diferencia de alimentar a un perro con un pienso u otro puede superar los 600 euros al año incluso en perros no muy grandes de unos 10 a 15 kilos.