La incongruencia de Macron: fomenta ahora la maternidad tras impulsar el aborto

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, está preocupado por el futuro de la natalidad de su país. Según los últimos datos ofrecidos por nuestro vecino, la media de nacimientos fue de 678.000 bebés, la cifra más baja desde que hay registros. Para revertir esta «amenaza nacional», el jefe de Estado –que no tiene hijos–, ha animado a todos los ciudadanos a aumentar la tasa demográfica. Medida incongruente, ya que en 2023 prometió consagrar la libertad de abortar en la Constitución gala.

Así, el Presidente de la República Francesa ha adelantado que para solucionar este «grave problema» ofrecerá próximamente a todos los franceses mayores de 25 años un control de fertilidad que detectará los signos de infertilidad de todas las jóvenes francesas.

También, según han asegurado los ministros, esta iniciativa servirá para dar un toque de atención al «tic tac» biológico y que no se les olvide tener hijos. Esta prueba, al igual que los métodos anticonceptivos para las jóvenes de 15 a 18 años que aprobó en 2013 François Hollande, serán gratuitos en el sistema de seguridad social francés.

Al hilo, para resaltar sus intenciones, ha explicado que «Francia será más fuerte» gracias a su idea de relanzar la natalidad. Además, ha lamentado que cada vez se tengan hijos «tan tarde» y ha prometido a las una de cada cuatro parejas que sufre infertilidad que en los próximos meses su gobierno trabajará en un plan que incluirá «financiación adicional» para investigar estos casos.

Un presidente que apoya el aborto

Las palabras para aumentar la población francesa de Emmanuel Macron no concuerdan con las que publicó el pasado mes de octubre en su cuenta de X, donde prometía enviar al Consejo de Estado un proyecto de ley constitucional para inscribir el derecho al aborto en la Carta Magna. Además, aseguró que en este 2024 la libertad de las mujeres de recurrir al aborto será «irreversible».

El país galo dio luz verde a esta controvertida práctica en el 1975. Desde entonces, el aborto estaba permitido hasta la semana 10 de embarazo. Años después, en 2002, se extendió hasta la duodécima semana. Ahora, el periodo para poder acabar con la vida del feto es de 14 semanas (cuatro meses y medio). En esta etapa ya tiene labios, y es capaz de bostezar y realizar gestos faciales.

Según los últimos datos oficiales, en el año 2022 se registraron 234.300 abortos. Cifras escandalosas teniendo en cuenta que son las más altas en 30 años. De hecho, según el Gobierno, el 78 % de los que se produjeron fueron a través de la ingesta de píldoras.