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Una foto aérea muestra la aldea de Caotan, afectada por el terremotoEFE

China se estremece de nuevo con un terremoto de 5,6

Este fenómeno se produce apenas unos días después de que la misma región fuera golpeada por un seísmo de mayor intensidad

En una sucesión inquietante de eventos sísmicos en la región occidental de Xinjiang (China), un nuevo terremoto de magnitud 5,6 sacudió la zona este viernes, según informó el Centro de Redes Sismológicas del país. Este fenómeno se produce apenas unos días después de que la misma región fuera golpeada por un seísmo de mayor intensidad, alcanzando una magnitud de 7,1.

El temblor, registrado a las 04:01 hora local en el condado de Wushi, ha vuelto a poner a prueba la resiliencia de este área, que aún se recupera de los efectos del terremoto anterior. Aunque la profundidad del epicentro se situó a 18 kilómetros, hasta el momento no se han reportado víctimas ni daños estructurales significativos.

Este incidente se suma a la reciente serie de eventos sísmicos que han marcado la geografía de Xinjiang. El pasado 23 de enero, el condado de Wushi fue el epicentro de un terremoto de magnitud 7,1, dejando tras de sí tres víctimas mortales y daños materiales considerables. La baja densidad poblacional de la zona, afortunadamente, contribuyó a que el número de víctimas no fuera más elevado.

Alerta por posibles impactos futuros

La región occidental de China no es ajena a la actividad sísmica, y las autoridades están intensificando los esfuerzos para fortalecer las medidas de prevención y respuesta ante estos eventos. Sin embargo, el recuerdo fresco del devastador terremoto del pasado diciembre en las provincias de Gansu y Qinghai, que dejó al menos 151 personas fallecidas y causó estragos en la infraestructura, subraya la vulnerabilidad de ciertas áreas a eventos naturales de esta magnitud.

Este último sismo plantea preguntas sobre la estabilidad sísmica a largo plazo de Xinjiang y la necesidad de medidas de mitigación de riesgos más efectivas. A medida que la región se recupera de este nuevo desafío, las autoridades locales y nacionales se encuentran en alerta máxima para garantizar la seguridad de la población y minimizar los posibles impactos futuros.