Qué es la tosferina, cuáles son sus síntomas y cómo se contagia

Este jueves, la Dirección General de Salud Pública de Castilla-La Mancha ha emitido una alerta al identificar un gran contagio de una de las enfermedades infecciosas: la tosferina. Los casos se han identificado en Guadalajara y en Madrid. Sin embargo, la Consejería de Sanidad ha pedido a las autoridades sanitarias que estén atentas a este nuevo brote e insistan en la vacunación. Pero, ¿qué es esta enfermedad y por qué es tan importante mantenerla vigilada?

Según explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), la tosferina, también conocida como pertussis, es una enfermedad respiratoria «muy contagiosa» que se transmite de una persona a otra por un tipo de bacteria llamada Bordetella Pertussis. Aunque es una enfermedad que se mantiene en el anonimato, ya que no es muy común, solo se da entre los seres humanos.

En el momento de la infección, las bacterias se adhieren a los cilios –orgánulos celulares parecidos a los vellos– que recubren partes del aparato respiratorio superior. Para empezar a atacar, estos microorganismos liberan toxinas venenosas que dañan los cilios y provocan la inflamación de las vías respiratorias.

Cómo se contagia la tosferina

Aunque no suele afectar a todas las personas, la tosferina puede suponer un grave riesgo para la vida de los lactantes que no están vacunados, las personas inmunodeprimidas y las mujeres embarazadas.

Estas bacterias se propagan con mucha facilidad de persona a persona a través del aire. De hecho, cuando una persona con tosferina estornuda o tose, libera pequeñas partículas de la saliva con bacterias. Estas se comienzan a propagar hasta que una persona cercana las inhala de nuevo.

Al contrario que pasaba con el virus de la covid, donde una persona podía contagiar solo en los momentos con carga vírica fuerte, los pacientes con esta enfermedad pueden propagar la bacteria durante semanas. Según el CDC, estos propagan la tosferina desde el comienzo de los síntomas hasta al menos dos semanas después de la tos.

Al hilo, los antibióticos al principio de los primeros síntomas de la enfermedad pueden acortar el tiempo de contagio y el malestar general que produce. Sin embargo, no es fácil saber que se tiene tosferina, ya que algunas personas pueden ser asintomáticas o pasar la enfermedad leve. Así, muchos bebés que contraen la tosferina son contagiados por sus hermanos mayores, padres o cuidadores, quienes no saben que tienen la enfermedad.

Síntomas para identificar al tosferina

La tosferina se puede identificar en tres periodos. Según explica la Clínica Universidad de Navarra, el periodo de incubación –que dura de una a dos semanas– es asintomático, por lo que es complicado saber de la enfermedad.

Tras las dos semanas, el paciente infectado entra en el periodo catarral –que dura otras dos semanas–. En esta etapa, la persona con la bacteria comienza a sentir malestares típicos del catarro, como la rinitis, estornudos, febrícula (no siempre se da), lagrimeo, tos leve, seca e irritativa que se va haciendo cada vez más intensa y vómitos (causados por la tos).

De la semana cuatro a la seis entra el periodo convulsivo o asfíctico. En estos 14 días la tos comienza a ser convulsiva. En este proceso, aunque el afectado se encuentra bien, es común que empiece a notar que va a atener un acceso –bloqueo al respirar– y realice una inspiración profunda, a la que le seguirá una tos a golpes, ininterrumpida, atropellada, que dificultará la respiración.

En esta fase, según la Clínica Universidad de Navarra, el niño comenzará a estirar la cara y el pecho hacia delante, sacará la lengua, se irá poniendo colorado, cianótico y con ojos llorosos. Al terminar la crisis aparecerá una inspiración ruidosa, que es lo que se llama «gallo de la tos ferina».

En el momento que se presentan alguno de estos síntomas, es recomendable acudir al hospital para que el médico valore al enfermo y le recete el tratamiento más adecuado, que podrá ir desde la hospitalización hasta los antibióticos.