Piden siete años para un falso médico que ejerció en geriátricos durante el confinamiento
El ministerio público también solicita que el acusado pague una multa de 4.320 euros y una indemnización de 3.600 euros a la propietaria de los centros
La Fiscalía pide siete años y medio de prisión para un falso médico que trabajó en al menos dos geriátricos de Barcelona entre marzo y abril de 2020, durante el confinamiento por la pandemia de covid-19, donde atendió a los ancianos y firmó ocho certificados de defunción.
Está previsto que el falso médico se siente en el banquillo de los acusados de la sección octava de la Audiencia de Barcelona el próximo 9 de febrero, acusado por la Fiscalía de los delitos de estafa, intrusismo profesional y falsedad en documento público.
El ministerio público también solicita que el acusado pague una multa de 4.320 euros y una indemnización de 3.600 euros a Sanitas Mayores S.L., propietaria de los geriátricos donde el procesado trabajó supuestamente sin la titulación requerida.
Según relata el escrito de acusación, el 11 de marzo de 2020 el hombre respondió a un mensaje de la empresa sanitaria, que buscaba un médico que pudiera atender a ancianos en residencias de la tercera edad en la capital catalana.
La Fiscalía detalla que procesado entregó a la empresa un título falsificado de licenciado en medicina y cirugía, un carnet del Colegio de Médicos de Barcelona con un número que pertenecía a un facultativo que estaba dado de baja de la institución y una fotocopia de su DNI con su fecha de nacimiento alterada.
Además, el acusado, prosigue el escrito, también envió a la compañía responsable de los geriátricos una supuesta nómina del Instituto Catalán de la Salud (ICS) donde constaba que había ejercido de médico adjunto especialista desde el 4 de julio al 5 de agosto de 2019.
El 16 de marzo firmó un contrato con Sanitas Mayores S.L. y comenzó a ejercer como médico internista en dos centros de mayores dependientes de la empresa, hasta el 9 de abril, cobrando 3.600 por los servicios prestados pese a carecer de la titulación necesaria. Durante el mes en que ejerció como médico, llegó a visitar pacientes, valorarlos y pautar medicación, e incluso firmó ocho certificados de defunción.