Un colaborador de 'El País' fiscaliza a otros medios pidiendo que se le envíen denuncias anónimas

El diario El País alberga las opiniones de un colaborador, de nombre Idafe Martín, que en su legítima crítica a los medios de la competencia se dedica, quien sabe si por falta de ideas o de argumentos más consistentes para llevarla a cabo, a fiscalizarlos hasta el punto de solicitar la ayuda de la denuncia o la delación anónima.

Martín se encarga, en las páginas del diario de Prisa, de la columna ‘Libre de estilo’, donde su valentía empieza y acaba por denunciar lo mal que lo hacen otros medios, como por ejemplo El Debate, pero nunca el suyo propio.

Todo lo que en este y otros medios se dice o afirma le sirve para construir su ataque a la «fachosfera», un concepto acuñado por sí mismo y que en los últimos tiempos ha abrazado hasta el propio Pedro Sánchez.

Es reseñable la deriva de El País también en este aspecto. El otrora conocido como diario independiente de la mañana, y ahora convertido en un «medio abiertamente gubernamental», según el filósofo y fundador de la cabecera Fernando Savater, al que han despedido por disentir, ha contratado a Idafe para hacer el trabajo sucio que muchos le aplauden, pero pocos se atreven a hacer.

Heroísmo mal entendido

Se da la circunstancia que Martín se considera un héroe por publicar las vergüenzas de la «fachosfera», pero en realidad es incapaz de aplicar el mismo arrojo para escrutar a los suyos. Si lo hiciera, eso sí que sería bravura. Pero no lo hace. A cambio, El País, la SER –donde también colabora–y los digitales sanchistas se aseguran un defensor que se ha creído demasiado pronto el personaje que le han encargado interpretar.

«La piara se defiende pataleando boca arriba, inmóvil en el fango. Hace falta ser valiente para hacer crítica de medios cuando no debería hacer falta. Aunque si no eres valiente, también sirve ser un inconsciente», afirmó hace no mucho en la emisora de Prisa. Hablaba de sí mismo.

La decadencia del periódico que dirige en la actualidad Pepa Bueno no es solo política o editorial, como denunciaba Savater antes de ser fulminado. El País tuvo como encargados de hacer lo que hace Idafe a plumas a los que al menos avalaba una trayectoria de veteranía, como Eduardo Haro Tecglen o José María Izquierdo. Ahora no es ni de lejos así. No serán muchos los que conozcan que ha hecho Idafe en el periodismo para conseguir ese estatus privilegiado que le permita hablar (mal) siempre de los demás desde un púlpito.

«Cuéntaselo a Idafe»

Si bien sus escritos en El País, que sirven para hacer crítica política y editorial de los medios de la derecha y nunca de la izquierda, puede ser entendible, mucho más cuestionable resulta que Idafe Martín aproveche sus perfiles en redes para solicitar la recepción de denuncias anónimas.

Así lo acaba de hacer recientemente en X, antes conocido como Twitter. El colaborador ha dejado anclado un mensaje donde pide a sus lectores que le manden toda clase de información relevante sobre los medios críticos con el Gobierno para hacer uso de ella. Su obsesión es tal que se dirige especialmente a sus trabajadores.

«Si trabajas en alguno de los digitales de los que suelo hablar/escribir y quieres contarme algo...», anuncia. «No solo sobre contenidos, también sobre salarios y condiciones laborales en general, financiación, audiencias, etc».

Es decir, que pretende con ello dar voz y hacer pública cualquier tipo de delación anónima que alguien le pueda hacer llegar sin tan siquiera comprobarla. Y es que, si la basura procede de la «fachosfera» –pensará– es sin duda interesante de publicar. Aunque no sea verdad.