Crean un test de saliva capaz de detectar el cáncer de mama en pocos minutos
La tira reactiva cuesta muy poco dinero y la placa de circuito reutilizable tiene un precio de cinco euros aproximadamente
La detección temprana y los cribados de cáncer son algunos de los métodos más efectivos para mejorar la supervivencia de los pacientes con neoplasias malignas. Investigadores de la Universidad de Florida (Estados Unidos) y la Universidad Nacional Yang Ming Chiao Tung (Taiwán) han informado este martes de resultados exitosos de un dispositivo portátil de detección de tumores de mama que puede detectar biomarcadores en una pequeña muestra de saliva.
El dispositivo utiliza tiras reactivas de papel tratadas con anticuerpos específicos que interactúan con los biomarcadores de cáncer específicos. Para su funcionamiento, el paciente debe colocar una muestra de saliva en la tira. Tras ello, se envían pulsos de electricidad a los puntos de contacto eléctricos del dispositivo biosensor. Esto hace que los biomarcadores se unan a los anticuerpos y alteren la carga y la capacitancia sobre el electrodo, situación que produce un cambio en la señal de salida.
Los resultados se obtienen tras la medición y la traducción en información digital sobre cuántos biomarcadores están presentes. Así, el biosensor requiere solo una gota de saliva y puede proporcionar resultados precisos incluso si la concentración del biomarcador de cáncer en la muestra es solo una billonésima parte de un gramo, o un femtogramo, por mililitro.
El diseño es revolucionario en comparación con sus alternativas. Las mamografías, las ecografías y las resonancias magnéticas son caras e invasivas y requieren equipos grandes y especializados, presentan exposición a dosis bajas de radiación y pueden tardar días o semanas en arrojar resultados de las pruebas.
Tal y como apuntan los investigadores, que han publicado su estudio en Journal of Vacuum Science & Technology, la tira reactiva cuesta muy poco dinero –no se espcecifica en la nota– y la placa de circuito reutilizable tiene un precio de cinco euros aproximadamente, lo que también haría asequible esta tecnología a países de menos recursos.