El feminismo vuelve a llegar dividido al 8-M, aunque la ministra dice «apoyar» las dos marchas
El paso de Irene Montero por el Ministerio de Igualdad fraccionó al movimiento, que tras el cambio en la cartera continúa acudiendo en dos manifestaciones al Día Internacional de la Mujer
El 8 de marzo de 2022 el feminismo acudió por primera vez separado a su cita más importante del año, el Día Internacional de la Mujer. El motivo: las políticas que Irene Montero, exministra de Igualdad, que caldearon el ambiente en el llamado feminismo clásico.
La ley trans y, en concreto, la autodeterminación de género, no gustó a este sector, en el que se incluyen muchas militantes socialistas como la exvicepresidenta y actual presidenta del Consejo de Estado, Carmen Calvo. El abolicionismo de la prostitución fue otro de los factores que alimentaron esa división, ya que el ala más tradicional tiene este fin como una de sus prioridades, y la ley del 'solo sí es sí' –que rebajó las penas y excarceló a agresores sexuales– terminó de agrandar la brecha.
Con la nueva legislatura, la cartera pasó a manos socialistas, castigando así a la izquierda del PSOE por la 'chapuza' de la polémica ley y quitándoles la posibilidad de seguir haciendo política desde el ministerio. No obstante, la nueva ministra, Ana Redondo, tomo posesión utilizando un tono conciliador –a diferencia del empleado por Montero y compañía–, con el reto de cerrar heridas y coser de nuevo al movimiento en aras de la «unidad»
A pesar de esta intención, este año las diferentes manifestaciones que se llevarán a cabo en España volverán a escenificar la división del feminismo. Organizaciones de mujeres y colectivos feministas han convocado casi una treintena movilizaciones por toda España para este viernes y en algunos casos, como en Madrid, se evidenciará de nuevo esa separación.
Como ocurrió en 2022 y 2023, en la capital habrá dos marchas convocadas a la misma hora (19:00). Por un lado, estará la de la Comisión 8-M, cercana a Irene Montero y a Podemos, que empezará en Atocha para finalizar en la plaza de Colón con el lema Patriarcado, Genocidios, Privilegios #SeAcabó. Por el otro se encuentra el Movimiento Feminista de Madrid, crítico con la política de la exministra y más afín al PSOE, que partirá de Cibeles hasta Plaza de España, con el lema La prostitución no es un trabajo. ¡Abolición ya!.
Mismo panorama de división se vivirá en otras ciudades como Toledo, Valencia, Sevilla o Cádiz. En la mayoría de capitales de provincia españolas, sin embargo, el movimiento sí que acude unido en una sola marcha, como es el caso de Barcelona, Zaragoza, Pamplona o Santiago de Compostela.
Redondo apoya las dos manifestaciones
Fuentes del Ministerio de Igualdad aseguran que Ana Redondo acudirá a la marcha oficial, es decir, la convocada por la Comisión 8-M, afín a la izquierda más radical, pero apoyará la alternativa, del Movimiento Feminista de Madrid. Sin embargo, la semana pasada la ministra aseguró estar «valorando» a cuál de las dos iría, unas dudas a las que quiso restar importancia aludiendo a que lo importante «es que estemos en la calle unidas en la reivindicación».
«No es tan importante dónde estemos, yo estoy en la calle, con ambas manifestaciones y en la defensa de los derechos de las mujeres», aseguró hace unos días en Bruselas. Así las cosas, la titular de Igualdad instó a conseguir una gran participación en esta jornada: «No es tan importante dónde, sino que estemos en la calle, unidas en la reivindicación y que seamos muchas las que alcemos la voz el 8-M».
Esas supuestas dudas sobre a qué manifestación acudir no fueron tales, sino un simple guiño al movimiento crítico. El PSOE siempre ha acudido a la convocatoria de Comisión 8-M, incluso cuando el ministerio no estaba en sus manos, sino en las de Irene Montero. Este año no iba a ser diferente.
De hecho, Redondo ya acercó posturas a las feministas clásicas la semana pasada en el Congreso, donde reiteró su compromiso por «erradicar la prostitución» y afirmó que el PSOE presentará una ley para dotar al país de «mecanismos jurídicos y sociales que regulen el abolicionismo». Para ello, el texto pondrá el foco «en quienes consumen prostitución y se lucren de ella, sancionando la demanda, persiguiendo penalmente todas las formas de proxenetismo y recuperando la tipificación penal de la tercería locativa».