Estados Unidos estudia prohibir una última expedición al Titanic
El Gobierno se ampara en una ley que protege los restos del barco hundido como si se tratase de un monumento conmemorativo
El Gobierno de Estados Unidos podría poner fin a su lucha legal contra una expedición que tenía previsto bajar al Titanic y que ha generado preocupaciones por si violaría una ley que trata los restos del naufragio como un monumento conmemorativo.
Kent Porter, fiscal federal adjunto, explicó que están revisando toda la documentación que presentó la compañía encargada de realizar la inmersión hasta el Titanic. Con respecto a los planes iniciales, estos han cambiado significativamente, por lo que están valorando si se viola o no la ley.
RMS Titanic Inc., la compañía de Georgia propietaria de los derechos de salvamento de los restos del naufragio, tenía previsto en un primer momento sacar fotos dentro del casco del transatlántico y recuperar artefactos del campo de escombros y otros objetos del interior del barco, incluidos los del camarote desde donde se transmitieron las señales de socorro.
El Gobierno de Estados Unidos presentó un recurso legal contra dicha expedición en agosto, citando una ley federal de 2017 y un pacto con Gran Bretaña para tratar el lugar donde descansan los restos del barco como un monumento conmemorativo. Más de 1.500 personas murieron cuando el Titanic chocó contra un iceberg y se hundió en 1912.
Así, entrar al Titanic –o alterar y/o perturbar físicamente los restos del naufragio– está regulado por la ley y el acuerdo. Precisamente, la preocupación del Gobierno de Estados Unidos es que la expedición de RMS pudiera alterar tanto los artefactos como los restos humanos que quedan en el lecho marino del Atlántico Norte.
Sin embargo, en el mes de octubre RMS cambió sustancialmente sus planes para su incursión al Titanic. Esto se debe a que el director de investigación submarina, el francés Paul-Henri Nargeolet, murió en junio durante la implosión que sufrió el sumergible Titan cerca del naufragio del Titanic.
El Titan estaba gestionado por la empresa OceanGate, a la que Nargeolet aportaba su experiencia y, de no haber fallecido, lideraría la expedición de este año del RMS.
En un expediente, RMS declaró que su intención ahora era enviar un sumergible sin tripulación al lugar del naufragio y sacar fotografías externas del Titanic. «La compañía no entrará en contacto con los restos del naufragio», afirmó RMS, y agregó que «no intentará ninguna recuperación de artefactos ni imágenes de penetración».